Marcelo “Bocha” Rodríguez, quien durante la década pasada vivió aquí y debutó como boxeador aficionado, regresó en 2015 a Necochea -su ciudad de origen-, estrenando hace dos semanas su condición de profesional (perdió por decisión unánime frente a Nazareno Silguero, en San Pedro, Buenos Aires).
RIO GRANDE.- El sitio piniasdelsur.com.ar, del periodista chubutense Ismael Teves, presentó esta nota.
“Rodríguez vivió en Río Grande donde fue guardavidas y comerciante. Ahora regresó a su ciudad natal y debutó como profesional a los 37 años. Para poder boxear a veces hay que venir al sur. Y Marcelo Rodríguez, de Necochea pero radicado alguna vez en Tierra del Fuego, encontró en esa experiencia patagónica; una escala necesaria para tomar impulso. Hace pocas semanas, pudo estrenar la licencia profesional que había tramitado con antelación, pero que no había podido siquiera utilizar formalmente por la pandemia perdiendo injustamente por puntos frente a Nazareno Silguero. “Viví en Río Grande desde marzo del 2012 hasta junio del 2015, fueron tres años y pico. Empecé entrenando con Pedro Gómez en el gimnasio “Fin del Mundo” y pelee muchas veces”, cuenta el ahora púgil rentado.
Y de aquella etapa de rigor climático y distancias para casi todo, Rodríguez recuerda su participación en el Patagónico 2014 realizado en Puerto San Julián,y del viaje con los colores de Tierra del Fuego al Selectivo de Mayores celebrado en San Luis en julio del 2014 donde compartió delegación con los fueguinos Daniel Sosa y Aldo Lera. “Me tocó pelear con José Oliver que era campeón argentino de la categoría”.
Rumbo al Sur
Sobre la mudanza a la Patagonia extrema, casi al borde mismo del mapa donde la temperatura pone a prueba cualquier carácter indicó: “Un amigo vivía en el sur y me hizo el contacto. Soy guardavidas de la Cruz Roja, fui a la pileta “Eva Perón”; tiré mi currículum y entré. El tiempo que estuve allá lo disfruté porque estuvo muy bueno. Mi mujer es esteticista y daba clases de gimnasia. Río Grande me ayudó a crecer un montón y no me voy a olvidar nunca”. Recordó su experiencia gastronómica con el negocio de comida saludable que abrió en la Isla. “Trabajamos mucho, con viandas para deportistas y nos estaba yendo muy bien. Nos costó acostumbrarnos porque cuando llegamos fue duro; estuvo complicado por el frío ya que con mi mujer no llevamos ni ropa, ni borcegos; ni siquiera campera. Después nos adaptamos y nos fue bien, pudimos comprar un auto, un Honda Fit, después de algunos meses y no paramos más. El frío es tremendo, cortante”, recuerda Rodríguez quien entrenaba a las órdenes de Pedro Gómez.
El regreso
No obstante el balance positivo personal; las raíces “tiraron” a la hora de la vuelta, sin planificar. “Tuve un pinzamiento lumbar, me fui a Necochea para revisarme y terminamos quedándonos”. Marcelo Rodríguez combate desde los 19 años y a los 37, decidió convertirse en un profesional. “Hace tres años que tenía la licencia pero recién ahora tuve la posibilidad. Nunca dejé de entrenar y siempre me cuido con las comidas”.
Reconoce a la derrota sufrida en su debut como una “experiencia”, conciente de haber ganado según la óptica del público y los periodistas especializados que comentaron la pelea. “Me la dieron perdida porque el pibe era de ahí. Para TyC la gané yo y llevaba ventaja. El deporte es así, no pasa nada. Mi objetivo es dar hasta que me dé el cuerpo, soy grande pero me siento bien y mi sueño es ser campeón argentino”. En Córdoba quizás sería la próxima o en Necochea donde podría ser local absoluto y hasta fondista. Nunca tarde, siempre a tiempo. Río Grande tiene quien lo represente desde el afecto.
Pasado fueguino
El sábado 1º de diciembre de 2012, en el gimnasio municipal de la Margen Sur, con un peso de 83,5 kilos, cayó en fallo mayoritario frente a Gonzalo Asencio (86/Trelew), al cabo de 3 asaltos. La pelea fue arbitrada por Salvador Giuga, y ese tercer festival del año fue en Homenaje al instructor Miguel Alegría, excolaborador de Hugo Hernández en la Escuela Municipal, y por entonces asistente de Mario Gómez en la Academia Municipal, organizadora del evento.
El año 2013 fue de mayor actividad: el viernes 17 de mayo, en el Centro Deportivo Municipal “Reverendo Padre José Forgacs”, acusó en la balanza 86,2 kilos y empató en fallo mayoritario con Maximiliano Bóveda (Boxing Club Vicente Stanic/81,5), con el arbitraje de Luis Calisto.
Mientras que el jueves 8 de agosto, en el gimnasio del Club Universitario, pesó 86,5 kilos y venció en fallo unánime -siempre a 3 asaltos- a Milton Alfaro (Escuela Argentina/82,1), siendo Luis Argamonte quien controló las acciones, en una jornada organizada por el club Camioneros, con la visita de Gonzalo “Patón” Basile.
Finalmente, el viernes 6 de septiembre, en un combate anexo a la Liga Municipal -y en el tercer festival de la temporada-, dio 86 kilos en el pesaje oficial, y tras tres rounds la terna de jueces le dio la victoria unánime ante el ushuaiense Enrique Vázquez (83), presentado por Alejandro Medina.
Un título afuera
Rodríguez (mayor, división supermediano, de la Academia Municipal) y Elio Arévalo (juvenil, división mosca, de la Escuela Argentina) obtuvieron sendos títulos en julio de 2014, en el Patagónico realizado en San Julián, mientras que Gustavo Hermosilla (23 años, welter, Escuela Argentina) ganó la primera pelea, y no se presentó a la segunda, por una lesión en una de sus manos, siendo subcampeón. Además, Francisco Quiñonero (juvenil, welter ligero, Academia), no tuvo rivales en la la subdivisión de hasta 7 peleas efectuadas.
“En la primera pelea le gané por nocaut a los 16 segundos del primer round a Nahuel Castro, de Río Gallegos, eso fue el viernes. Al día siguiente me dijeron que tenía que boxear de nuevo, y derroté a Maximiliano Marín, de Gobernador Gregores, por puntos, en fallo unánime. Y el domingo fue la final, contra Tenorio, de San Julián, el había hecho solamente una antes de enfrentarme. Y lo vencí por nocaut a los 2:20 también del primer round. Combatí en la categoría supermediano, hasta 81 kilos”, indicó Bocha Rodríguez. “La primera fue una derecha a la punta del mentón, rematé con un cross, el rival no respondía, y el árbitro paró el combate”.
También fueron campeones los camioneros Walter Galván -medianos-, Daniel Sosa -ligero-, Diego Pereyra -welter- y Silvia Ojeda -gallo- (mayores los dos primeros, y juveniles los dos restantes).
Rodríguez recién se volvió a presentar a nivel local el 30 de mayo de 2015, también en el CDM, por la 1ª fecha de la Liga Municipal. Con un peso de 78,5 kilos y representando al Club de Boxeo Fin del Mundo (CBFM), superó por nocaut técnico a los 1:38 del segundo round (GKOT2) a Diego Yebara (79,6/Escuela Municipal), en la categoría semipesado, con el arbitraje de Calisto.
Excelente publicación amigos