Los y las guardaparques son agentes de conservación que cumplen una gran diversidad de funciones, que van desde el control y la vigilancia de las áreas protegidas hasta la atención a los visitantes, el trabajo con pobladores y comunidades locales, actividades de educación ambiental, apoyo a investigaciones científicas y la prevención y el combate de incendios forestales.
BUENOS AIRES (Por Norberto Ovando y Adalberto D. Álvarez*).- Decir guardaparque es referirse a una palabra mayor, el concepto va mucho más allá de guardar, cuidar o proteger; el guardaparque es el nexo con la comunidad (ya sea con las poblaciones vecinas o con los visitantes) y es el actor protagónico en las áreas protegidas, ya que interviene en la gestión, control y vigilancia y realiza actividades de educación e interpretación.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés), indica que un guardaparque es “cualquier persona trabajando en un sitio a nivel de custodio de especies, hábitats, sistemas ecológicos y cultura patrimonial”.
Historia
En un comienzo, el cuerpo de guardaparques se nutrió principalmente de pioneros y baqueanos patagónicos, gauchos salteños y mensús del Alto Paraná. Ellos eran quienes conocían los terrenos mejor que nadie y estaban acostumbrados a vivir en condiciones de aislamiento y a lidiar con las inclemencias del clima.
La creación de nuevas áreas naturales protegidas, y la ampliación de las superficies de los terrenos asignados a la vigilancia y fiscalización de la Administración de Parques Nacionales e intensificación de su uso, motivó la necesidad de mejorar su funcionamiento y manejo, capacitando y elevando el nivel cultural y de conocimientos técnicos de su respectivo personal, para atender la complejidad creciente que ofrecen la conservación de nuestros variados recursos naturales.
Surgió así la convivencia de crear un establecimiento educativo donde se impartan conocimientos de administración, contabilidad, instrucción de sumarios, botánica, zoología, geografía, historia, biología, hidrología, topografía, ecología, geología, y otras materias prácticas de suma utilidad y permanente aplicación en el desempeño de sus múltiples funciones.
Con el desarrollo de los Parques Nacionales surgió la necesidad de contar con personal especializado. El cuerpo de guardaparques nacionales tuvo su origen en 1928 con la designación de sus siete primeros integrantes, destinados al Parque Nacional del Sur (actualmente Parque Nacional Nahuel Huapi).
El primer antecedente de formación lo encontramos hacia 1938 en la Escuela de Viveristas y de Capacitación para Guardaparques, ubicada en la Isla Victoria. Ya en 1967 se creó la “Escuela de Guardaparques”, primera en su género en América Latina. El 2 de julio de 1969 fue instituido el Centro de Instrucción de Guardaparques, “Guardaparque Bernabé Méndez”, en recuerdo y homenaje a este profesional asesinado alevosamente por cazadores furtivos o acopiadores furtivos de palmitos, el 14 de abril de l968 en el Parque Nacional Iguazú.
Este primer Centro de Instrucción se desarrolló en el Hotel Futalaufquen, del Parque Nacional Los Alerces en la provincia del Chubut; de allí se lo trasladó al edificio Ayecan Rucá en Bariloche, donado por nuestra ONG a la Administración de Parques Nacionales; luego a la Isla Victoria hasta 1986, pasando nuevamente a la ciudad de Bariloche.
Recién al promulgarse el Decreto-Ley N° 18.594, el 6 de febrero de 1970, se institucionaliza el Servicio Nacional de Guardaparques, cuyo artículo N° 25 establece su creación “con carácter de fuerza pública”, y que “tendrá a su cargo el contralor y vigilancia en los Parques Nacionales, Monumentos Naturales y Reservas Nacionales”.
En 1994 la preparación de los guardaparques pasó a llevarse a cabo en el Instituto para la Administración de Áreas Naturales Protegidas “Dr. Claes Ch. Olrog”, creado a partir de un convenio entre la Administración de Parques Nacionales y la Universidad Nacional de Tucumán. Su sede se hallaba en la Residencia Universitaria de Horco Molle, ubicada en el Parque San Javier próximo a la capital tucumana.
Actualmente -y desde 2005- la formación de los y las agentes nacionales de conservación se desarrolla en el Centro de Formación y Capacitación en Áreas Protegidas de la Administración de Parques Nacionales, en la localidad de Embalse, provincia de Córdoba.
Sentido homenaje
Nuestro homenaje a las y los guardaparques que perdieron su vida cumpliendo con sus funciones:
Bernabé Méndez, 14/04/1968. P.N. Iguazú. Asesinado a tiros por cazadores furtivos.
Roberto Casinera, década 1980. P.N. El Palmar. Accidente con arma larga.
Ricardo Ceferino Fonzo, 05/11/1988. P.N. Los Glaciares. Fallecido por hipotermia en accidente de navegación en Río de las Vueltas.
Horacio Foerster, 19/10/1993. Prov. de Misiones, ahogado en aguas del río Uruguay, en recorrida embarcado.
Héctor Sáez, 27/08/2003. P.N. Lanín. Fallecido por hipotermia por inmersión en patrullaje embarcado.
José Bareiro, 27/08/2003. P.N. Lanín. Fallecido por hipotermia por inmersión en patrullaje embarcado.
Héctor M. Leaños, 02/10/2009. Prov. de Jujuy. Fallecido en accidente en ruta rumbo a incendio de pastizales.
Valeria Ramos, 02/10/2009. Área Natural Protegida Península Valdés. Fallecida en tareas de fiscalización en el mar.
René Vera, 07/03/2011. P.N. Los Alerces. Fallecido en accidente de tránsito.
Matías Martinelli, 30/06/2013. P.N. Quebrada del Condorito. Fallecido por las consecuencias de un accidente de trabajo.
(*) Los autores de la nota son Presidente y Vicepresidente, respectivamente de la Asociación Amigos de los Parques Nacionales (AAPN). Experto Comisiones Mundial de Áreas Protegidas (WCPA) y Educación y Comunicación (CEC). Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).