Desde AFARTE no tienen certezas sobre los plazos en los que el Gobierno Nacional podría restablecer el cupo de u$s300 millones para la compra de insumos. Actualmente, la industria electrónica recibe sólo u$s150 millones, mientras las empresas ven crecer sus deudas con sus proveedores del Exterior.
RIO GRANDE.- Fuentes de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), entidad que nuclea las empresas fueguinas, reconocieron bajo estricto off the record a Iprofesional que el cupo mensual acordado, que era de u$s300 millones (a repartir entre todas las compañías del sector), actualmente no se está respetando. Y, lo que es peor, no tienen certidumbre sobre los plazos en los que podría restablecerse.
“Hoy, el promedio que nos están habilitando es de u$s150 millones. Esta cifra es el 50 por ciento de lo que deberían estar dándonos, en base al acuerdo al que arribamos”, advirtieron a iProfesional.
Así las cosas, el Gobierno no sólo está incumpliendo el pacto con el polo tecnológico de Tierra del Fuego, sino que además le niega las divisas que sí está entregando, en paralelo, a los ahorristas.
De hecho, esos u$s150 millones que recibieron todas las fábricas de electrónica del sur del país para importar insumos y poder abastecer al mercado interno son equiparables a las ventas de billetes verdes para atesoramiento registradas sólo el primer día hábil de noviembre, que marcaron un récord desde que se flexibilizara el cepo.
En este contexto, Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior, fue categórico al afirmar que “el relato de reindustrialización se está cayendo a pedazos”.
“Ya no quedan dólares para que la industria argentina funcione con normalidad mientras que, en paralelo, los ahorristas pueden atesorar divisas sin inconvenientes”, remarcó.
Menos producción
Según las últimas estadísticas del Ministerio de Industria fueguino, el ritmo de fabricación de televisores y celulares arroja números negativos respecto de 2014.
En el caso de los LED, de las líneas de montaje salieron 1,6 millones de unidades, el nivel más bajo de los últimos años para ese período.
En lo que respecta a los teléfonos, durante los ocho primeros meses se produjeron 6,3 millones de equipos, unos 2 millones menos que en igual lapso de 2014.
“Si de un día para el otro habilitan la mitad de los dólares que se había acordado, esto puede tener dos impactos negativos entre las empresas: o deben reducir el ritmo de producción o deben seguir recurriendo al crédito de sus proveedores del exterior, pero con el riesgo de incrementar aun más la deuda, al no tener divisas para girar», afirmó Enrique Carrier, experto en el mercado tecnológico.
El analista hizo referencia así al pasivo –por más de u$s1.000 millones- que las plantas fueguinas mantienen con los fabricantes de insumos, casi la totalidad de ellos ubicados en Asia.
“En un momento del año se habían frenado embarques y se puso en riesgo la producción. Ahora, las empresas están logrando un poco más de paciencia por parte de los fabricantes del exterior, pero sólo por la expectativa de que pueda sobrevenir un cambio en los próximos meses”, aseguraron a este medio desde el sector.