El 12 de noviembre se recordó el fallecimiento del Vicecomodoro Marambio, ocurrido en un fatal accidente aéreo en la localidad de Villa Mugueta, provincia de Santa Fe, donde en el acceso sur de la misma se erige un monumento en su homenaje. Además, un Jardín de Infantes fue bautizado en su honor.
RIO GRANDE (Fundación Marambio).- El Vicecomodoro Gustavo Argentino Marambio, pionero en los vuelos antárticos, pereció junto a 19 personas en un choque de aviones sobre un campo de Villa Mugueta, provincia de Santa Fe.
El accidente ocurrió aproximadamente a las 9:20 del día 12 de noviembre de 1953, debido a un rozamiento entre dos aviones, que volaban a más de mil metros de altura sobre los campos de la estancia India Muerta, situada aproximadamente a unos 12 km de la localidad de Villa Mugueta, hoy llamado Campo de las Cruces, en jurisdicción de la comisaría de Maizales, del departamento San Lorenzo, provincia de Santa Fe.
Los aviones siniestrados eran de la Fuerza Aérea Argentina, el bimotor de Havilland Dove, matricula T-82, procedente de la I Brigada Aérea de El Palomar, provincia de Buenos Aires y el trimotor Junkers Ju-52, matrícula T-159, procedente de la Escuela de Aviación Militar de Córdoba. El primero volaba hacia el norte y el otro en dirección contraria, rozándose los mismos en pleno vuelo.
Como consecuencia de ello el Dove perdió un ala, y no obstante los esfuerzos que habría realizado el piloto para tratar de mantener la estabilidad de la máquina, en contados instantes entró en tirabuzón y se precipitó violentamente, estrellándose en un maizal, donde sus motores penetraron en la tierra más de dos metros de profundidad.
El comandante y piloto del avión Dover era el Vicecomodoro Gustavo Argentino Marambio y el resto de la tripulación estaba integrada por el copiloto Tomás Eduardo García; el mecánico, Edgardo Rodríguez, y como pasajeros José María Mallol, Ricardo Norman Gil y otras tres personas de las cuales, en su momento, sólo se conocieron sus apellidos: Cripon, Rudovisky y Jurgin.
También el piloto del Junkers habría intentado hacerlo planear con el fin, según se supone, de hacerlo aterrizar.
El avión venía perdiendo altura y cuando se hallaba a unos 500 metros del suelo entró en picada y cayó violentamente, al chocar contra el suelo estalló y quedó envuelto inmediatamente en grandes llamaradas y partes metálicas de su estructura fueron despedidas a más de 100 metros del lugar.
Ambos aparatos se precipitaron a tierra, separados por una distancia de aproximadamente 1500 metros.
Del avión Junkers perdieron la vida el piloto Andrés Valeiras Vacarezza, César José Bochis, Humberto Juan Mini, Juan Andrés Zorzoni, Antonio Nicolás Barrionuevo, Raúl Alberto Mones Ruiz, Jorge Dante Duarte, Rómulo Nicucci, René Omar Rosas -todos militares- y los civiles Jorge Eduardo Tizeira, María Angélica Balley Tizeira y Marta Tizeira.