BARRANQUILLA, COLOMBIA (NA).– La Selección argentina mostró carácter y un muy buen juego en lo colectivo y en base a esas características, venció ayer por la tarde a Colombia por 1 a 0, en el partido que disputó en el estadio “Monumental” de Barranquilla por la cuarta fecha de las eliminatorias sudamericanas de cara al Mundial de Rusia 2018.
El único gol del encuentro lo marcó el mediocampista Lucas Biglia, a los 19 minutos del primer tiempo, tras una muy buena jugada colectiva.
Argentina y el gol de Biglia
Argentina comenzó el partido presionando en el mediocampo, para tratar de cortar el posible circuito de James Rodríguez con MacNelly Torres, pero un desborde de Palacios por la derecha casi termina en un cabezazo de Teo Gutiérrez.
Sin embargo, Banega tomó el control del balón y desde él Argentina se hizo fuerte, armó una estrategia de juego y tuvo sus acciones frente al arco de Ospina.
Como cuando a los 12 Rojo habilitó a Di María por la izquierda y el centro al corazón del área lo conectó Higuaín, pero el balón se fue por encima del travesaño.
El equipo de Gerardo Martino estuvo posicionado de contragolpe, le cedió el balón a Colombia, pero inteligentemente colocó a los mediocampistas de manera tal que James Rodríguez estuviera lejos de Teo y Bacca.
A los 19 Biglia cortó en mitad de cancha, tocó para Banega, quien lideró el ataque, habilitó a Lavezzi por la derecha y el centro del Pocho al medio lo encontró al propio Biglia para el gol, tras un yerro del defensor Zapata.
Sobre los 33 un error de Funes Mori, quien cedió de cabeza a Romero, casi se convierte en el empate colombiano, pero Chiquito pudo rearmarse y evitó que Bacca marcara.
Casi al final Higuaín dejó a Di María solo frente a Ospina, pero el Fideo no pudo acertarle al arco y el balón se perdió cerca.
Dominio cafetero
Colombia modificó su manera de controlar el mediocampo, al meter José Pekerman a Muriel -un hombre más de punta- por un MacNelly Torres que nunca gravitó.
Un remate cruzado de Fabra, a los 4, fue el aviso que tuvo Colombia para decirle al conjunto argentino que estaba presente en el partido.
El ingreso de Edwin Cardona por un inexpresivo Teo Gutiérrez, le dio el oxígeno necesario para un mediocampo colombiano en donde James Rodríguez estaba perdido y sin compañía.
Las llegadas colombianas nunca fueron profundas y siempre aparecieron Otamendi o Funes Mori para poder cortar por arriba o por abajo.
La visión de Lucas Biglia para poder encontrar los espacios, distribuir, ser rueda de auxilio de Mascherano y Banega fue fundamental, y desde ahí Argentina recuperó protagonismo.
El extenuante trabajo de Lavezzi, no solo en el ataque sino también en defensa, hizo que el Pocho fuera otra pieza clave en el accionar argentino.
El ingreso de Paulo Dybala por Higuaín intentó darle a Argentina más presencia en el área, pero la joven estrella del Juventus de Italia se movió por todo el frente de ataque, sin lugar fijo.
Colombia fue siempre lo que Cardona propuso, pero las líneas del equipo amarillo estuvieron partidas.
En el final Banega cedió a Gino Peruzzi, éste habilitó a Dybala y el delantero definió ante Ospina, pero el balón pegó en el poste derecho.
Colombia, casi por casualidad, llegó a tener una jugada de gol, y tras varios rebotes, Cardona remató muy desviado.