El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunieron para analizar el curso de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), luego de los sonoros dichos del mandatario argentino durante su gira por Rusia.
BUENOS AIRES (NA).- El encuentro tuvo lugar en la Quinta de Olivos, adonde llegó el titular del Palacio de Hacienda en horas de la mañana del viernes.
Por la tarde, en tanto, arribó a Casa Rosada el embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello, otro de los que está embarcado en las charlas con el Fondo y a la relación con la administración del presidente norteamericano, Joe Biden.
Las visitas a Balcarce 50 estuvieron en línea con la negociación abierta que el Poder Ejecutivo mantiene con el organismo internacional, que en las últimas horas dijo que quiere cerrar el entendimiento lo más pronto posible, aunque no dio fechas.
Luego del anuncio que hizo hace dos semanas el Gobierno sobre el principio de acuerdo, Guzmán continuó con la negociación con el FMI y eso fue lo que este viernes repasó con el Presidente.
En paralelo, el Gobierno tiene el desafío en el Congreso nacional de aprobar el acuerdo en ambas Cámaras, algo que seguramente comenzará a circular en los pasillos legislativos a partir del próximo mes.
Este jueves, el vocero del FMI, Gerry Rice, aseguró que el principio de acuerdo podría recibir la aprobación del organismo y planteó que la intención es que salga “lo más rápido posible”.
Uno de los objetivos del Gobierno es agilizar el tratamiento en el Congreso y tratar de tener una ley antes del próximo vencimiento con el Fondo, previsto para el 22 de marzo.
En el medio y tras la repercusión que tuvieron los dichos de Fernández sobre trabajar a “destajo” para salir de la dependencia de Estados Unidos y del FMI, el Poder Ejecutivo busca evitar también que esas palabras resientan la relación.
Sucede que los Estados Unidos tiene un poder real sobre las decisiones del Fondo y mantener el buen clima en la relación bilateral es clave, más allá de los acercamientos a sus rivales geopolíticos China y Rusia.