El 10 de marzo del año pasado Luisina, una nena de 6 años, tuvo un accidente al cortarse un tensor de una baranda. En el lugar, aunque pasó un año, sigue puesta una baranda de madera provisoria.
RIO GRANDE.- Hoy se cumple un año del accidente que conmovió a la comunidad. El 10 de marzo del 2021, Luisina -de seis años- caía de una altura de más de cuatro metros al cortarse un tensor de la baranda de la galería céntrica.
La niña fue llevada inconsciente al Hospital Regional Río Grande, donde los pronósticos eran sumamente delicados ya que sufrió ruptura del cráneo, debió ser intervenida quirúrgicamente y estuvo hospitalizada por varios días en terapia intensiva.
Luisina evolucionó favorablemente y salió adelante de la crítica situación que padeció.
El día del accidente personal de mantenimiento de la Galería ubicada en San Martín colocó un soporte “provisorio” en lugar del tensor que se había cortado. Pasaron meses y Rubén, el papá de Luisina, al ver que no se reemplazaba el tensor, se acercó a hacer el reclamo al municipio. “El reclamo lo hice a Obras Particulares, a la parte de habilitación comercial y ellos se lavan las manos. Que si no viene un pedido de revisión de arriba ellos no van a hacer ningún control. Que si yo quería fuera a hablar con el Intendente”.
“El reclamo lo hice a Obras Particulares, a la parte de habilitación comercial y ellos se lavan las manos. Que si no viene un pedido de revisión de arriba ellos no van a hacer ningún control. Que si yo quería fuera a hablar con el Intendente”Rubén, papá de Luisina
Rubén dijo que “hará unos seis meses hablé con el dueño de la galería, él me dijo que tenía previsto hacer todo el cambio de la baranda alrededor de los locales, que quería poner vidrio o algo así. De esa charla pasaron más de seis meses… todo sigue igual”.
“Desde el área comercial me dijeron que harían un acta para elevar a Obras Particulares, cuando fui a Obras Particulares me salieron con que ahí nunca llegó ningún acta; entonces yo hice ahí un acta de reclamo, que hasta hoy sigue también en la nada”, continuó.
Tras ser operada de su cabecita, evoluciona cada día, pero aunque intentan que tenga una vida normal deben tener cuidados en cada actividad que realice. Su familia proyecta su segunda cirugía, ya que deben colocarle una prótesis cerebral.
“El médico que la operó se fue de la Isla, por lo tanto la médica que la atiende ahora está evaluando si poner una prótesis provisoria hasta que pase la adolescencia o dejar que siga formándose una callosidad hasta poner directamente una prótesis fija”, expresó el padre de Luisina.
“Yo lo que espero es que quede lo más seguro posible, ahí en la galería, para que no ocurra otro accidente similar, ni con un menor o con un adulto. Para mí deben poner un sistema más seguro, cerrar o hacer algo que no implique riesgo de accidentes.
Nosotros como familia agradecemos en primer lugar a Dios. En el momento del accidente, para los médicos no había esperanza. Era una situación complicadísima, ni ellos creían que Luisina iba a salir adelante. Sólo Dios hizo el milagro, y hoy tenemos a Luisi con nosotros y en muy buen estado de salud”, concluyó Rubén.