La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Agencia de Naciones Unidas para la infancia (Unicef) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) exigieron este domingo el cese de los ataques contra el personal y la infraestructura sanitaria en Ucrania, tras constatar más de 30 bombardeos contra centros médicos y una docena de muertos.
BUENOS AIRES.- “Atacar de esa manera a los más vulnerables, bebés, niños, mujeres embarazadas y los que ya están enfermos, así como el personal sanitario que arriesga su vida para ayudar a salvar otras es un acto de crueldad inadmisible”, subraya un comunicado conjunto de la OMS, Unicef y Unfpa, informó la agencia de noticias AFP.
Las tres agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) pidieron un alto el fuego.
“El sistema de salud en Ucrania claramente está bajo una presión significativa, y su colapso sería una catástrofe; hay que hacer todo lo posible para evitar que esto suceda”, advirtieron.
Desde el inicio de la ofensiva rusa, el 24 de febrero, hubo 31 ataques contra el personal y la infraestructura sanitaria, según la OMS.
En 24 de ellos, instalaciones fueron destruidas o dañadas, mientras en cinco casos las ambulancias fueron alcanzadas por tiros.
Estos ataques dejaron 12 muertos y 34 heridos, según el último balance publicado este domingo por la OMS, en el que además precisó que investigaba otros incidentes.
Uno de los ataques condenados por la comunidad internacional fue el bombardeo del jueves pasado a una maternidad en la ciudad de Mariupol, donde murieron tres personas, según las autoridades ucranianas.
“Los ataques contra el personal médico tienen un impacto directo sobre la capacidad de la gente a acceder a cuidados de base, en particular las mujeres, niños y otros grupos vulnerables”, subraya el comunicado.