El domingo 8 de mayo se celebra el Día del Médico Traumatólogo, por este motivo se presenta una entrevista con el Dr. Norberto Curi, quien ejerce su profesión con mucha pasión.
USHUAIA (Entrevista y redacción Gisela Deheza).- Médico Traumatólogo, el Dr. Norberto Omar Curi tiene un largo recorrido en el escenario de la salud en Tierra el Fuego, si bien ha ejercido durante años en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, al día de hoy reside en la ciudad de Ushuaia y en esta entrevista pudimos conversar con él acerca de su trayectoria en su especialidad.
– ¿Por qué eligió estudiar traumatología?
Ahí debo contarle que hace muchos años, de cuando era niño, soñaba con ser médico, con poder ayudar a las personas. Además la traumatología se asocia a la práctica deportiva. De joven he jugado al rugby y en consecuencia de ello he crecido mucho profesionalmente gracias a esta experiencia deportiva, que incluso me ha llevado a conocer otros países. Mi título de Médico Traumatólogo lo obtengo en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y allí comencé este fructuoso camino.
– ¿Qué es la ortopedia y la traumatología?
Ortopedia y traumatología es la especialidad que tiene por finalidad el estudio de las afecciones del aparato locomotor, en sus aspectos preventivos, diagnósticos, terapéuticos y de rehabilitación e investigación, desde el nacimiento y hasta la vejez del individuo.
– ¿Qué es lo primero que observa a la hora de recibir a su paciente?
En primera medida voy a abocarme a la consulta de la guardia médica, en la provincia se dispone el servicio donde los traumatólogos acudimos a una urgencia, se tratan generalmente de lesiones traumáticas, las cuales requieren una estabilización inmediata; mientras que en consultorio tratamos patologías subagudas y crónicas, en la cual interviene primordialmente el paciente. Involucrarse profesionalmente al cien por ciento en el momento de la consulta ayuda a hacer una evaluación de mejor criterio.
– ¿Qué aporta la investigación a la traumatología?
En mi opinión, la investigación ha evolucionado favorablemente en la especialidad, la cual surge de una idea o de una pregunta pero el proceso científico debe someterse a unos principios que garanticen su calidad. La metodología sigue etapas o fases que deben respetarse, con las peculiaridades de cada proyección, para obtener un resultado sin sesgos o sospechas. Con el pasar del tiempo he notado los beneficios característicos de estos avances. Antiguamente contábamos con una especialidad sumamente invasiva, hoy podemos decir en términos generales que la tendencia en cirugías, por ejemplo, es mínimamente invasiva.
– Para Ud., ¿cuáles son las enfermedades y las cirugías más comunes en nuestra ciudad?
En este aspecto es importante tener en cuenta dos épocas que determinan una demanda constante, pero debido a la geografía con la que cuenta la ciudad de Ushuaia, en temporadas invernales prevalece la patología traumática de fracturas de las extremidades y de columna. En épocas de verano aparecen en la consulta patologías subagudas y crónicas, como las lesiones ligamentarías, correcciones de desejes, también se encuentran procesos degenerativos, como la artrosis, por ejemplo.
– ¿Cuáles son las técnicas más frecuentes a la hora de tratar fracturas?
Las tres opciones principales para el tratamiento de fracturas de huesos son:
Inmovilización.
Reducción abierta y fijación interna. Requiere de una operación quirúrgica para reparar la fractura. Con frecuencia se utilizan tornillos o placas para reparar el hueso, los cuales se mantienen fijos, debajo de la piel, después de la cirugía. Este procedimiento se recomienda en los casos de fracturas inestables que no se pueden realinear (reducir) con un tratamiento incruento.
Reducción abierta y fijación externa. Requiere una operación quirúrgica para reparar la fractura y la colocación de un aparato para fijación externa del miembro fracturado. Este aparato es un marco externo que sostiene al hueso y lo mantiene en la posición correcta mientras se consolida. Por lo general, esta técnica se aplica a las fracturas complejas que no pueden repararse por medio de la reducción abierta y la fijación interna.
– En rasgos generales, ¿qué opina acerca de la medicina deportiva?
Todas las personas asocian el deporte con la buena salud, pero a veces no es así. Es cierto que la práctica deportiva lleva a tener una buena forma física, pero puede que su organismo tenga un problema y no lo sepa.
La mayoría de jóvenes de nuestro país practica algún deporte y no se ha hecho ningún reconocimiento médico para ver qué tal está su organismo. Para comprobar que se está en buenas condiciones, todas las federaciones deberían hacer reconocimientos médicos a sus deportistas para que no corran riesgos ejerciendo su actividad.
– ¿Qué es lo que más lo reconforta desempeñando su trabajo?
Tengo la suerte de dedicarme a lo que me apasiona, disfruto plenamente de poder servir a la salud. Mi vocación me empuja a “curar”, reconfortar y fortalecer la salud de mis pacientes. Más que una profesión, tengo una misión de vida. No sólo debemos aprender de forma continua, sino también dar un poco más de lo que demanda cada profesión, pero siempre con una gran humildad.