SANTIAGO (AFP).– La Policía chilena se ocupará temporalmente de la seguridad de los partidos de fútbol, luego de tres años ausente, ante los graves hechos de violencia registrados el domingo en la última fecha del torneo local.
Autoridades de gobierno y Carabineros (Policía) determinaron en una reunión ayer que efectivos policiales garanticen temporalmente la seguridad en espectáculos de fútbol, tras los violentos enfrentamientos el domingo entre hinchas de Wanderers y Colo Colo.
“Soy de aquellos que cree que el fútbol es un lugar para entretenerse, para que lo pasemos bien, pero el fútbol profesional se ha convertido en una pesadilla”, declaró Jorge Burgos, ministro del Interior.
El viceministro de Prevención del Delito, Antonio Frey, aseguró que los carabineros se encargarán de garantizar la seguridad de “los partidos de complejidad A y B” en el perímetro del estadio, con “carácter disuasivo”.
Por su parte, José Roa, jefe del estatal plan Estadio Seguro, entidad que maneja la seguridad durante encuentros de fútbol, explicó que la presencia de la Policía se extiende “al interior de los estadios en los partidos A y B”, que son aquellos con gran o mediana concurrencia de público.
La ley de violencia en los estadios, aprobada en 2012 durante la presidencia de Sebastián Piñera (2010-2014), retiró a la policía de la seguridad de partidos y pasó la responsabilidad a los clubes, que deben contratar guardias privados para controlar desmanes.
La violencia provocada por barras de Wanderers y Colo Colo en el estadio Elías Figueroa de Valparaíso, se extendió a las calles de la ciudad dejando 18 detenidos que fueron liberados pero prohibidos de ingresar a un estadio, y cerca de 30 heridos, informó la Fiscalía.