El dispositivo inteligente viajará a la ISS para medir la diferencia entre el sueño de los astronautas en la Tierra y en el espacio.
Si pensabas que tenías problemas para dormir en tu propia cama, intenta dormir en un entorno de microgravedad, atado a un saco de dormir mientras orbitas la Tierra a 28.000 kilómetros. Los astronautas tienen dificultades para mantener un patrón de sueño normal bajo un ciclo artificial de día y noche, lo que resulta en malos hábitos de sueño.
Para monitorear los patrones de sueño de los astronautas, un grupo de científicos de la Universidad de Aarhus en Dinamarca diseñó un pequeño dispositivo para medir cómo los astronautas experimentan el sueño en el espacio. El dispositivo se llama ear-EEG (ear-ElectroEncephaloGraphy) y se puede usar en la oreja de manera similar a los auriculares. Una vez colocado, el EEG del oído controlará la actividad eléctrica de los astronautas en el cerebro mientras duermen. Funciona al detectar cambios de voltaje extremadamente pequeños en la superficie de la piel dentro del oído, que son causados por la actividad eléctrica que proviene de las neuronas del cerebro, según la Universidad de Aarhus.
“En el futuro, probablemente estaremos en el espacio con mucha más frecuencia y tendremos que permanecer allí por más tiempo. Y es importante entender cómo afecta nuestro sueño”, dijo Eskild Holm Nielsen, decano de la Facultad de Ciencias Técnicas de la Universidad de Aarhus, en un comunicado. “Poder hacer una caracterización fisiológica precisa del sueño también nos ayudará a descubrir cómo podemos ayudar a los astronautas a dormir mejor en el espacio”.
Los astronautas a menudo están metidos en pequeños cuartos del tamaño de cabinas telefónicas, donde están metidos dentro de un saco de dormir que está atado a una pared. También funcionan bajo un horario falso de día y noche que se aplica cambiando la configuración de la luz en la estación espacial de claro a oscuro para garantizar que duerman entre 6 y 8 horas todos los días. Aparte de eso, carecen de las comodidades cotidianas de descansar la cabeza sobre una almohada ya que, bueno, no hay gravedad para mantener la cabeza hacia abajo, así como la sensación de una manta cubriéndolos.
El EEG del oído será utilizado por los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional, así como aquí en la Tierra para medir la diferencia en sus patrones de sueño entre la Tierra y el espacio. Los datos ayudarán a los científicos a observar cuánto afecta el estar en el espacio al sueño de los astronautas a nivel fisiológico, lo que podría afectar sus funciones cognitivas, como la capacidad para tomar decisiones, la memoria, el juicio y la capacidad de atención. Los científicos también sienten curiosidad por medir cómo los diferentes entornos afectan los patrones de sueño de una persona.