El papa Francisco se reunió ayer con el primer ministro canadiense Justin Trudeau y con la gobernadora general del país norteamericano, Mary Simon, en sus primeras actividades en Quebec, a donde llegó para iniciar la segunda etapa de su visita de seis días.
BUENOS AIRES (TÉLAM).- Tras una reunión de 15 minutos con Simon, Francisco se reunió durante unos 25 minutos con Trudeau y con quien coincidió el lunes en Maskwacis durante el pedido de perdón del papa a los indígenas por el rol de algunos cristianos en los internados desplegados en todo el país entre 1883 y 1996.
El papa Francisco pidió evitar “la tentación de dividir el mundo en buenos y malos” o “en amigos y enemigos”, criticó “la carrera armamentística” que se da “ante la locura sin sentido de la guerra” y planteó que “la política no puede quedar prisionera de los intereses partidistas” ni de lobbies para buscar el bien común. “¡Cuánta necesidad tenemos de escucharnos y dialogar, para alejarnos del individualismo imperante, de los juicios apresurados, de la agresividad desenfrenada, de la tentación de dividir el mundo en buenos y malos!”, planteó este miércoles el pontífice en Quebec al iniciar la segunda etapa de su visita de seis días a Canadá, en una referencia implícita a los conflictos armados de la actualidad. En el discurso que leyó ante autoridades políticas e indígenas del país, en lo que pareció una referencia implícita a la guerra en Ucrania, el Papa lamentó que “hoy, ante la locura sin sentido de la guerra, necesitamos de nuevo calmar los extremismos de la contraposición y curar las heridas del odio”. “No necesitamos dividir el mundo en amigos y enemigos, distanciarnos y armarnos hasta los dientes: no será la carrera armamentística ni las estrategias de disuasión las que traigan la paz y la seguridad”, convocó Francisco.