“Espero justicia de la justicia”, remarcó Matías, un joven que denunció al odontólogo Mario Gordillo quien será llevado a juicio la semana que viene. La víctima relató el calvario que sufrió a los 11 años.
RÍO GRANDE.- El 3 de agosto comenzará en los Tribunales de esta ciudad el juicio donde se acusa al odontólogo, Mario Gordillo, por abuso sexual que habría cometido en el año 2011, del que resultó víctima un niño de 11 años, quien denunció el caso siete años más tarde, cuando ya contaba con 18.
La víctima, identificado como Matías, en la actualidad tiene 21 años y confirmó la denuncia contra el profesional médico. Esta semana brindó su testimonio al noticiero del canal privado Info 3 Noticias, donde recordó parte de los hechos que sufrió hace diez años.
“Era un profesional buscado, con confianza y recurrí solo -comenzó explicando Matías sobre el acusado Mario Gordillo- Todo fue progresivo y con estrategia, en todo lo que hacía. Tenía sesiones de 15 minutos y yo estaba como una hora. Primero lo básico, después me preguntaba intimidades y cosas así, si era virgen, si me masturbaba y le respondía rápidamente”.
Dijo que “cada vez que iban pasando las sesiones, en las preguntas también había caricias por acá y por allá. Cuando entraba la secretaria, me tapaba porque tenía el cierre abierto. Me manoseaba y me obligaba a manosearlo; y mi cabeza estaba en otro lado. Cuando decía que no, me empezaba a manipular y que si no le decía a mi mamá y a mi papá. Tuve muchos años sintiéndome responsable de lo que pasó”.
Matías indicó que tuvo dos años de tratamientos y señaló que “no recuerdo una sesión de menos de 20 minutos. Era sentarme y me mostraba pornografía, quería hacer sexo oral, me obligaba a meter mi mano en su pantalón”, y recordó además que había cámaras de video, pero que filmaban solo los pasillos del lugar.
“Terminó el tratamiento y no había razones para volver -relató la víctima- después de muchos años arranqué a asistir a una iglesia cristiana. Estuve en encuentros y hablábamos de varios temas. En ese encuentro se habló de abusos y desde adentro surgió de todo. Me derrumbé completamente, me sentía presionado, ahorcado. Cuando surgieron muchas situaciones de la vida y no pude ser feliz. Pasaron semanas y llegaron las denuncias en el juzgado. Lo denunciaba y pasaban 4 o cinco meses y me llamaban. Y ahora, recibí la notificación donde me dijeron que ya era el juicio. Y verle la cara será difícil. Sé que es necesario”.
“Espero justicia de la justicia”
Más adelante Matías se refirió a su familia y comentó “con el acompañamiento de la iglesia primero hablé con mis hermanos, después con mi mamá y por último con mi papá. Hoy en día sé que mi familia está tras mí, siempre me van a apoyar. Y con mucha gente más, siento el apoyo de los medios. Sé que las posibilidades son muy altas, que las cosas se deben realizar. Y yo no voy a parar hasta que termine preso. Esa persona no me va a afectar de ninguna otra manera”.
Matías dijo que “siendo víctima, me lo cruzo todo el tiempo. No hace mucho estuvo en el mismo lugar. No sé si me reconoce. Es mucho enojo que me da, mucho sufrimiento el proceso. Sé que dentro de un par de semanas no lo voy a cruzar en la calle”.
Para finalizar expresó: “Un montón de personas me mandaron su apoyo y es lo que me sobra. Lo único que me falta es fuerza propia. Me es complicado saber qué va a pasar el 3 de agosto. En redes sociales me contacté con una persona que pasó lo mismo. Sé que hay un rango exorbitante de casos, de 30 a 50 para arriba. Le creo a cada uno porque lo viví. Conozco personas que no quieren ni denunciar y en mi caso lo vi necesario”.