El libro “The science of living” del Dr. Stuart Farrimond, nos brinda importantes enseñanzas que podemos aplicar en nuestra vida diaria, para tener una vida más saludable. Cada concepto está fundamentado por sólidas bases científicas investigadas por el autor y su equipo de trabajo.
Stuart Farrimond es un reconocido escritor, médico, educador y científico. Luego de sobrevivir a un cáncer (un tumor cerebral), se dedicó a ser un apasionado difusor de formas de cambiar nuestra forma de vivir hacia hábitos más saludables. Aprovechando su experiencia médica, utiliza los medios de comunicación masiva, para emitir un poderoso mensaje basado en la evidencia científica de sus investigaciones. En su reciente libro “The science of living” (aún no disponible en nuestro idioma) nos da valiosas herramientas para analizar nuestros propios hábitos en cuanto al sueño, la alimentación, el trabajo, el ocio, la actividad física e incluso nuestras actividades sociales. A continuación les dejo una muy breve reseña de algunos de los principales puntos de este interesante libro.
- ¿Como mejorar la sensación de bienestar a la mañana?
El autor recomienda en primer lugar empezar bien el día, con ánimo y energía: con ganas de hacer cosas. En este sentido, nos recomienda dormir la cantidad de horas necesarias, lo cual depende de cada persona, pero sabemos que para la mayoría de nosotros lo ideal es dormir entre 6 a 8 horas. Entonces la premisa fundamental es organizar la noche previa, para ir a dormir en el horario indicado para poder cumplir con esas horas de sueño. Una vez que empieza a sonar el despertador, es normal sentirse aturdido, mareado y somnoliento. En este momento es importante buscar el estímulo de la luz solar que genera en nuestro interior una oleada de sustancias químicas que nos pondrán en alerta. Pero si todavía está oscuro, podemos usar las luces artificiales a plena intensidad. A continuación debemos empezar a movernos, hacer una rutina de ejercicios suave, como el yoga, el radio taiso o taichi. De esta manera aumenta nuestra frecuencia cardíaca y nuestro cuerpo se carga de energía.
- ¿Que tan importante es el desayuno?: No tanto como pensábamos
Sabemos que nuestros antepasados eran cazadores y recolectores y pasaban largas horas y días de ayuno. La ciencia considera que aquél hombre prehistórico tenía saludables porcentajes de grasa corporal en comparación con lo que ocurre en la actualidad. También se comprobó que en la época de esplendor del imperio romano, el desayuno casi era inexistente, se consumía una comida principal a mitad del día directamente. En la India, la medicina ayurvédica postula que los fuegos digestivos pueden procesar mejor los alimentos a partir del mediodía, y que a la mañana es mejor solo beber líquidos y con moderación. Las experiencias personales y cercanas me demostraron en mi caso particular que podemos pasar toda la mañana tranquilamente tomando mate y bebiendo algún café o agua hasta que llega la hora del almuerzo al mediodía. Por todo lo mencionado el autor considera que nos estafaron con la idea de que el desayuno debe ser sumamente abundante y calórico. Sólo en contadas excepciones sí se recomienda un desayuno contundente: pacientes con alguna condición médica como diabetes o cáncer debilitante, o atletas de alto rendimiento antes de su entrenamiento diario o trabajadores en tareas físicas pesadas. Si UD. mi querido lector no está en esas excepciones, debería considerar aligerar sus desayunos de cada mañana, le aconsejo solo líquido y si tiene mucho apetito y falta mucho tiempo para el almuerzo, podría comer una fruta.
- La ciencia puede ayudar a estructurar mejor tu día
La ciencia nos demuestra que el momento del día más productivo es a la mañana. Es el momento en el que podemos alcanzar nuestro más elevado grado de concentración mental. Por lo tanto es el momento ideal para trabajar en aquello que más nos cuesta, en lo más difícil, que es lo que por lo general nos demanda mayor atención y desgaste psíquico. Luego del almuerzo es natural sentir una sensación de descenso de energía e incluso sueño, por lo que es el momento ideal para realizar tareas menos desgastantes, más agradables y entretenidas. En cuanto al entrenamiento físico serio, el autor nos recomienda realizarlo por la tarde y no a la mañana, ya que al ser desgastante es preferible aprovechar nuestro período de mayor energía a la mañana para resolver las tareas más imprescindibles de nuestras labores diarias y reservar el entrenamiento para la tarde ya que de alguna forma es una actividad placentera y por lo tanto no va a requerir de nuestro mayor pico de energía física para poder llevarla a cabo.
Los tres puntos, brevemente analizados, son sólo a modo de ejemplo de entre muchos otros conceptos que el Dr. Farrimond nos detalla en su libro. Los invito a descubrir a este formidable escritor, que también es un gran orador y autor de otros Best Sellers como: “Cocinología” y “La ciencia de las especias”.-