La ópera prima de Juan Pablo Félix consiguió ocho galardones. Fue en una velada con homenajes a Leonardo Favio y reclamos para que el Senado sancione la ley que prorroga las asignaciones a la producción cultural.
La ópera prima de Juan Pablo Félix, «Karnawal», consiguió ocho galardones y cumplió con los pronósticos para imponerse en la noche de los Premios Sur, que la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina entregó en una velada en la que las arengas se mechaban con musicales homenajes a Leonardo Favio y el unísono reclamo para que el Senado de la Nación sancione la ley que prorroga las «asignaciones específicas a la producción cultural» -que vencen a fin de año- y que ya cuenta con la aprobación de la Cámara de Diputados.
De la ceremonia, que se desarrolló la noche del lunes en el flamante Teatro Politeama de la calle Paraná, en el centro porteño, participó el ministro de Cultura, Tristán Bauer, quien entregó el premio al Mejor Director, otorgado a Pablo Félix.
La ley de asignaciones a la infustria cultural
Julieta Zylberberg, la homenajeada y siempre emotiva Graciela Borges, el propio Félix y un exaltado Leonardo Sbaraglia, ganador como Mejor Actor Protagónico por su papel en «Errante Corazón», fueron los abanderados del reclamo por la urgente sanción de la ley que garantice la continuidad de las asignaciones a la industria cultural.
Se trata de la norma que fija la continuidad por 50 años de este apoyo para el fomento y el desarrollo del teatro, la música, la danza, el cine, la televisión, el audiovisual, las bibliotecas y los medios de comunicación comunitarios, espacios de los cuales dependen miles de puestos de trabajo.
La iniciativa recibió en junio pasado la aprobación de la Cámara de Diputados y, poco después, en julio, consiguió dictamen favorable de comisión en el Senado, con lo cual se trata de un proyecto en condiciones de ser tratado en el recinto.
El tema, central en el mundo de la cultura, fue el eje de discurso del presidente de la Academia, el productor Hernán Findling, y una preocupación expuesta en el abarrotado cóctel del hall de entrada al recinto, y que también fue levantada por el vicepresidente en ejercicio de la presidencia del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Nicolás Batlle.
Si bien no fue tan directo, Martín Bossi, conductor del evento que supo rescatar algunas risas a los acartonados y solemnes representantes de la industria cinematográfica nacional, también hizo alusión a que el cine es parte de la identidad y del acervo cultural de un país, exposición que tomó voltaje con los aireados reclamos de los presentes. El camino que eligió Bossi fue el de comparar a los Premios Sur con los Oscar, lauros homólogos de Hollywood.
El humorista hasta se dio el gusto de pedirle a Jorge Marrale que se levante a darle un sopapo para levantar el raiting en la transmisión, que dará la noche de este martes y en diferido, la TV Pública.
También arrancó risas cuando le dijo a Graciela Borges: «Vos sos mi ‘China’ Suárez y yo soy tu Rusherkin. Googlealo, después» o al recordar que su primera «aparición» en cine fue como «extra de extra» en una película de Víctor Laplace. «Me movía tanto, que él (Laplace) me mandó atrás de un árbol», dijo. Él, comediante también, tuvo una buena performance con su interpretación de «Ella», el clásico de Favio.
El recuerdo de Favio
El icónico director, de quien este año se cumple una década de su muerte, prestó varias de sus canciones para que actores y actrices hicieran duetos: Zylberberg con Mex Urtizberrea; Charo Bogarín con Juan Palomino y Mike Amigorena con Muriel Santana fueron musicalizados por Lito Vitale y su banda, aunque sus números no estuvieron a la altura del de Bossi ni del de Nico Jury, el hijo de Favio, quien marcó diferencia con su potente versión de, también, «Ella».
Con su música y sus películas, todos recordaron al director de «Juan Moreira» y «Gatica, el Mono» y resaltaron que, para que existan los emblemas de la cultura nacional, son necesarias leyes como la que aguarda ser sancionada en la Cámara alta, de apoyo a las industrias culturales.
La gala
La velada de entrega de los Premios Sur arracó a las 20, cuando las puertas del teatro se abrieron para que las estrellas del cine local pasaran por una alfombra roja que pronto se desorganizó. El cóctel fue servido casi de improvisto a la entrada del recinto, en un espacio que no podía albergar a las 700 personas de aforo que tienen las gradas. Muchos invitados elegían buscar sus asientos en lugar de intentar acercarse a las copas y tentempiés dispuestos para la ocasión.
Sin embargo, el buen humor y las charlas estuvieron a la orden de una gala que mostró atractivos momentos de emoción y color, como cuando Martín López Lacci, ganador del Premio Revelación Masculina por su protagónico en «Karnawal», metió unos pasos de malambo en el escenario, o las arengas, con Sbaraglia a la cabeza, de la bulliciosa troupe de «Errante Corazón».
Con la alegría de haber vuelto a la presencialidad, pero la incertidumbre sobre el futuro del séptimo arte en la Argentina, ante el inminente vencimiento de la ley que distribuye respaldo económico a los espacios culturales, los Premios Sur también homenajearon a la productora cordobesa Paola Suárez, fallecida el último año, y al actor trans Willy Lemos, quien confesó haber sufrido abuso por parte de su padre cuando era niño y anunció que una película sobre él, llamada «Las mil y una Lemos», se encuentra en etapa de posproducción.
Para no quedar afuera de la coyuntura, la Academia también premió a «El Reino», como Mejor Serie; pero el galardón estaba tan fuera de sintonía, que nadie de la producción estaba en la sala y una incrédula Mercedes Morán, protagonista de la emisión, subió a por la estatuilla. Detalles del cine nacional que, más allá de pequeños yerros, demostró en estos premios que todavía cuenta con cintas pujantes que han sabido llegar a los Sur tras exitosos caminos en el exterior y con historias locales.