Mediante los decretos 2171/22 y 2172/22, dictados por el gobernador Gustavo Melella ratificó los nuevos cuadros tarifarios del servicio de electricidad que prestan la DPE, en Ushuaia y Tolhuin, y la Cooperativa Eléctrica, en Río Grande.
USHUAIA.- Los aumentos promedio serán de 38% para usuarios residenciales, de un 62% para comerciales, del 100% al 110% para medianos y grandes consumidores y del 140% para minado de criptomonedas.
A partir de este jueves 1º de septiembre, los usuarios residenciales de Ushuaia y Tolhuin pagarán un cargo fijo de 309,57 pesos y el KWh/mes entre 6,69 a 8,03 pesos, dependiendo del consumo que registren. En Río Grande, el cargo fijo será 311,99 pesos y el KWh/mes entre 7,79 a 10,11 en función del consumo.
Para el caso de los usuarios comerciales, en Ushuaia y Tolhuin se pagará un cargo fijo de 359 pesos y el KWh/mes entre 8,52 a 11,33 pesos, y en Río Grande un cargo fijo de 377,98 pesos y el KWh/mes entre 9,67 a 12,40 pesos.
Según el decreto los aumentos en las tarifas se deben a “los incrementos registrados en los costos de insumos, bienes y servicios básicos necesarios para la prestación del servicio público de electricidad, sumado a la variación de la cotización de la moneda extranjera, que han superado ampliamente las posibilidades de absorción por parte de las tarifas actuales”.
Además agrega que “el fondo que percibe la Provincia proveniente del Fondo Subsidiario para Compensaciones Regionales resulta insuficiente para neutralizar los ajustes tarifarios que se proponen”, por lo que “resulta necesario efectuar modificaciones en el cuadro tarifario, a efectos de mantener el equilibrio económico y financiero” de la Dirección Provincial de Energía y la Cooperativa Eléctrica de Río Grande.
Finalmente afirma que, de acuerdo a lo resuelto por la Secretaría de Energía de Nación “los precios estacionales de la energía eléctrica” para las empresas distribuidoras son fijados y modificados por esa Secretaría, y que esos valores deben “ser transferidos directamente a la tarifa de los usuarios”. Indica que esos precios “sumado al valor agregado de distribución (VAD) componen la tarifa final que los usuarios deben abonar por el servicio”.