El presidente Alberto Fernández encabezó, junto con el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, un acto en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la CONAE en Córdoba en el cual se anunció una inversión de 9.730 millones de pesos para el desarrollo del primer prototipo del lanzador argentino de satélites Tronador, denominado TII-70.
BUENOS AIRES.- En un acto celebrado en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la agencia espacial nacional, en Falda del Cañete, provincia de Córdoba, el presidente Alberto Fernández, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, celebraron la firma de un contrato entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la empresa VENG para avanzar en el desarrollo del lanzador argentino de satélites Tronador II, que implica una inversión de 9.730 millones de pesos destinados al desarrollo de un prototipo y de la infraestructura auxiliar prioritaria. El documento fue rubricado por Filmus, en su carácter de Presidente del Directorio de la CONAE; Raúl Kulichevsky, director Ejecutivo y Técnico de la CONAE y Marcos Actis, presidente de VENG.
El Presidente expresó: “Tengamos el orgullo de ser uno de los diez países del mundo con capacidades para poner satélites en órbita. La riqueza de las sociedades y de las naciones está fundamentada en tener inteligencia, por eso invertir en educación, en ciencia y tecnología es invertir en el futuro”.
El Jefe de Estado explicó que con el desarrollo del Proyecto Tronador II “estamos logrando más soberanía, ser más dueños de nuestra tecnología, y estamos logrando pensar en que más información satelital nos permita generar mejores condiciones de vida acá, en nuestra tierra”.
“Todo esto lo han hecho argentinos y argentinas. Lo ha hecho el Estado asociado a empresas privadas. Hay 50 medianas y pequeñas empresas que han desarrollado tecnología y que hoy sirven a estos proyectos”, enfatizó el mandatario y dijo: “Tenemos un capital humano maravilloso para ponerlo al servicio del desarrollo del país”. Actualmente en el proyecto trabajan 116 profesionales de la CONAE y de VENG y, en esta nueva etapa, generará 300 empleos indirectos.
En el comienzo de su intervención, Filmus saludó a los presentes y felicitó a las y los trabajadores de la CONAE “que son quienes todos los días con su trabajo y con su esfuerzo hacen todo esto realidad”.
Filmus manifestó: “Podemos definir lo que significa este hecho con tres palabras: la primera es orgullo, orgullo por comprobar lo que pueden la inteligencia, el trabajo y el talento de las argentinas y argentinos. Esto que estamos viendo hoy, que es una disputa por la soberanía, que también es soberanía espacial, que tiene que ver con una soberanía científico-tecnológica, es lo que determina en buena medida el futuro de la Argentina. Sentimos un orgullo enorme por estos 30 años de trabajo de la CONAE y por lo que están haciendo el sistema científico-tecnológico y VENG. Es fundamental que podamos seguir apoyándolos y trabajando en la misma dirección”.
El ministro continuó: “La segunda palabra es agradecimiento a las y los trabajadores, profesionales y técnicos de la CONAE y de VENG porque sabemos las dificultades por las que atravesaron en los últimos 30 años. A pesar de las difíciles circunstancias, continuaron trabajando para llevar la bandera argentina bien alto en el espacio y hoy enfrentan un nuevo desafío: desarrollar el lanzador Tronador II que va a llevar nuestros satélites, y otros también, al espacio. Y eso es algo que muy pocos países tienen la capacidad de hacer”.
Seguidamente, Filmus señaló: “La tercera palabra es compromiso. Hoy nos vamos de aquí con el compromiso enorme de romper con las políticas pendulares respecto de la ciencia y la tecnología en el país. Estos proyectos son posibles solo con políticas de Estado de mediano y largo plazo. Por eso la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, sancionada por unanimidad, en conjunto con las otras leyes que está elevando el Poder Ejecutivo al Congreso Nacional, entre las que se encuentra el Plan de Ciencia 2030, nos comprometen a un proyecto a largo plazo de toda la sociedad argentina. Este plan tiene, por primera vez entre sus diez objetivos estratégicos, la soberanía aeroespacial”.
Filmus concluyó: “Nos comprometemos a no bajar los brazos para que la ciencia y la tecnología sea uno de los aspectos que nos distinguen frente al mundo. No queremos que cuando se hable de Argentina se la mencione únicamente como el ‘granero del mundo’ porque, más allá de los grandes recursos naturales con los que contamos, lo mejor que tenemos es la capacidad, el trabajo, la inteligencia y el talento de las y los argentinos. Esto es lo que tenemos que mostrarle al mundo y es lo que CONAE y VENG hacen todos los días”.
Acceso al Espacio
El desarrollo y la fabricación del Tronador II forman parte del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) del programa de Acceso al Espacio de la CONAE.
Este lanzador colocará a la Argentina entre los 10 países que dominan el ciclo espacial completo lo que implica lograr la soberanía en el acceso al espacio con medios propios y desde el territorio argentino permitirá colocar en órbita satélites de entre 500 y 750 kg a una distancia de hasta 600 kilómetros de la Tierra.
El proyecto contempla el desarrollo del lanzador Tronador II-250 (TII-250) y de los prototipos TII-70 y TII-150 que serán los modelos utilizados para realizar los ensayos y servirán para poner a prueba los motores que llevará a bordo el lanzador Tronador II-250. Se trata de tecnología desarrollada y fabricada en el país, cuyo combustible es oxígeno líquido y kerosene.
El contrato que suscribieron la CONAE y VENG demandará una inversión de 9.730 millones de pesos que serán destinados al desarrollo del primer prototipo TII-70 y la continuidad del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) con su infraestructura auxiliar prioritaria.
El desarrollo se realiza en los centros espaciales de la CONAE, una parte en el CETT, en Falda del Cañete, Córdoba, donde se llevan a cabo la fabricación, la integración y los ensayos de sistema de propulsión del lanzador, y otra parte en el Centro Espacial Punta Indio (CEPI), en la provincia de Buenos Aires, donde se avanza en la fabricación e integración del fuselaje.
La infraestructura requerida para los servicios de lanzamiento estará emplazada en el Centro Espacial Manuel Belgrano (CEMB), en Bahía Blanca.
Además, la labor se extiende a otras localidades del país, mediante la participación de instituciones públicas como la Universidad Nacional de la Plata (UNLP) y la Universidad Nacional de Mar del Plata, y pymes de base tecnológica, como la empresa Valthe, instalada en Justiniano Pose, Córdoba.
La CONAE también dispone de la red de estaciones terrenas requeridas para el seguimiento, monitoreo y control de los lanzadores Tronador II, mediante la Estación Terrena Córdoba ubicada en el CETT, la Estación Terrena Tierra del Fuego ubicada en cercanías de Tolhuin, y la futura Estación Terrena Belgrano II en la Antártida Argentina.