Por primera vez en la historia del Raid Náutico Internacional de Tierra del Fuego los remeros no pudieron meterse al agua; ayer alrededor de las 8 de la mañana, una hora después de estar todos los palistas despiertos y desayunados, la comisión directiva del Club Náutico Ioshlelk Oten determinó levantar la primera y la segunda etapa debido al intenso viento reinante.
RIO GRANDE.- Los participantes llegaron el sábado por la tarde a Radman, punto en el cual se iba a iniciar la XXXI Edición del Raid y si bien se sabía que el viento iba a dar la cara tanto el domingo como el lunes, las buenas condiciones al llegar al paso fronterizo hicieron ilusionar por un cambo de clima; sin embargo, en las primeras horas de la noche las ráfagas comenzaron a castigar el campamento y en las primeras horas del domingo el viento ya era insoportable.
La gente de Gendarmería acercó la información que ellos poseían sobre las condiciones climáticas, los responsables de Defensa Civil también alertaron de la intensidad del viento y, sumadas a las charlas que habían tenido previamente al viaje con los responsables de Prefectura Naval Argentina seccional Río Grande, quienes habían alentado a los Amigos del Agua a tomar la mejor decisión en caso de un viento semejante al que azotó en la jornada de ayer.
Teniendo en cuenta que nada iba a cambiar el día lunes se determinó definitivamente suspender la Edición, nada más sensato, no había razón alguna de meter las embarcaciones al agua y arriesgar la salud de los participantes.
Luego de cargar todo y comenzar el regreso a la sede social del Club, los responsables de la logística pasaron por Puerto de Palos (Estancia Aurelia) para avisar a la gente que esperaba a los remeros en ese lugar, y observaron el río Grande en ese sector mucho más peligroso que las aguas del Radmusen por donde iban a iniciar la bajada.
Al ver esto, los organizadores se mostraron más aliviados dado que existía la posibilidad de realizar únicamente la segunda etapa, la más difícil, pero desde el vamos determinaron levantar todo y no poner en riesgo la salud de ninguno de los inscriptos, sobre todo porque había mucha gente de poca experiencia y los propios remeros expertos se mostraron en contra de navegar bajo esas condiciones climáticas, nada más plausible.
De esta forma, tanto los remeros locales como la gran cantidad de ushuaienses que se habían anotado más los tres del Continente, Hugo González de El Calafate, Alberto Morán de Capitán Bermúdez y Damián Figueroa de Rosario, volvieron a la sede social donde en horas de la noche disfrutaron de dos de los cuatro corderos que habían conseguido para Puerto de Palos, incluso fue frizada la rica sopa de verduras que habían cocinado para esperar a los remeros al cierre de la primera etapa.
Consultada Karina Vásquez -presidenta del Club Náutico Ioshlel Oten- por El Sureño, manifestó que el Raid está levantado, que habrá que aguardar hasta el 2023 para intentar realizar esta XXXI Edición que quedó trunca; aunque buscarán a fines de octubre o principios de noviembre poder unir la última etapa, bajar el río Grande desde Aurelia hasta el puente Gobernador Campos o bien hasta la toma de agua.
Esta es la primera vez en treinta ediciones que el Raid se levanta de raíz, muchas veces culminó antes de comenzar la segunda etapa y ni que hablar de las veces que se cortó con la segunda etapa en marcha pero, por los fuertes vientos, los remeros fueron sacados antes de tiempo y rescatados por los caminos internos de Estancia María Behety.