El exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva se impuso en el balotaje con el 50,9% frente al 49,10% del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
BRASIL (Agencia Télam/Pablo Giuliano corresponsal).- Luiz Inácio Lula da Silva será el nuevo presidente de Brasil, después de ganarle este domingo al mandatario Jair Bolsonaro en un histórico balotaje que permitirá que el líder de izquierda llegue al poder por tercera vez en la mayor economía de Latinoamérica y principal socio comercial de Argentina.
El exmandatario se imponía en las urnas con el 50,87% frente al 49,13% del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cuando sólo restaba escrutar menos del 0,5 por ciento de los votos.
Cuando el escrutinio superaba el 98% de los votos escrutados, Lula Da Silva posteó en sus redes sociales una imagen de su mano sobre la bandera de Brasil y una sola palabra: “Democracia”.
Los primeros resultados de estos históricos comicios, que coronan una de las campañas más violentas en Brasil desde el retorno a la democracia, comenzaron a conocerse poco después de que cerraran los centros con urnas electrónicas, a las 17:00.
Después de que Bolsonaro insistiera durante la campaña en sus cuestionamientos al proceso electoral, lo que hizo temer que no reconociera el resultado en caso de derrota, el presidente dio indicios esta semana de que lo respetará: “No existe la más mínima duda. El que obtenga más votos gana. De eso se trata la democracia”, dijo.
El balotaje entre el mandatario Jair Bolsonaro y su rival Luiz Inácio Lula da Silva estuvo marcado por el escándalo generado por operativos en las rutas que demoraron a votantes del líder opositor.
Esta segunda vuelta corona una de las campañas más violentas en Brasil desde el retorno a la democracia, que incluyó ataques en los que murieron varios seguidores de Lula a manos de partidarios de Bolsonaro. Las mesas abrieron a las 8:00 (la misma hora en Argentina) y cerraron a las 17:00 y a continuación comenzó la divulgación en tiempo real de los resultados gracias al sistema de urnas electrónicas.
Lula votó cerca de San Pablo y dijo que en la elección estaba en juego “un modelo de país y de vida; mientras que el ultraderechista Bolsonaro sufragó en Río de Janeiro y se mostró confiado en vencer “si Dios quiere” y “por el bien de Brasil”.
La Policía Caminera se vio envuelta en un escándalo al instalar más de 540 operativos en rutas, especialmente en el noreste del país, con el que bloquearon el paso de muchos electores del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.
150 millones de electores
Unos 150 millones de brasileños estaban habilitados para votar. Más del 20% del electorado se abstuvo de hacerlo en la primera vuelta y gran parte del esfuerzo final de ambos candidatos estuvo destinado a potenciar la concurrencia a las urnas.
El presidente, de 67 años y en el poder desde 2019, se presenta como el paladín de los valores familiares tradicionales, opuesto al aborto y al matrimonio igualitario y a la educación sexual integral.
Tenemos “expectativas de victoria para el bien de Brasil. Solo hemos tenido buenas noticias en los últimos días. Si Dios quiere seremos victoriosos hoy a la tarde”, dijo Bolsonaro luego de votar en una escuela del oeste de Río de Janeiro.
El mandatario de ultraderecha llegó a la escuela en el barrio Villa Militar, en el oeste de Río de Janeiro, minutos antes de la apertura de las mesas, escoltado por una caravana de autos negros y vestido con la camiseta del seleccionado de fútbol de Brasil.
Desde allí se fue al Aeropuerto Internacional de Galeao para recibir al equipo de fútbol del club Flamengo, que ayer ganó la Copa Libertadores de América en Ecuador. El presidente alzó la copa y se sacó fotos con los jugadores.
El expresidente Lula, de 77 años, votó una hora y media más tarde en una escuela del cordón industrial de San Pablo.
“Esta elección no define solo un modelo de país, sino que define un modelo de vida para los brasileños” sostuvo, vestido con una guayabera blanca, luego de salir de la misma escuela donde se votó a sí mismo por primera vez para presidente en 1989.
“Por eso, es la elección más importante de mi vida, por un proyecto para que la democracia sea vencedora”, agregó.
El veterano líder de izquierda abogó por relanzar el proceso de integración sudamericana y latinoamericana, reforzando el Mercosur y recomponiendo a la Unasur para poder negociar con las grandes potencias en pie de mayor igualdad.