En Río de Janeiro, miles de manifestantes marcharon al Comando Militar del Este para reclamar que le impidan asumir al líder del PT. No queremos un país comunista”, aseguró una de las dirigentes.
BRASIL (TELAM).- Miles de seguidores del presidente brasileño Jair Bolsonaro se congregaron frente a comandos del Ejército en Río de Janeiro, Brasilia y otras ciudades para pedir una intervención militar contra el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones del pasado 30 de octubre.
Los manifestantes vestidos con los colores verde y amarillo de la bandera nacional, símbolo del bolsonarismo, se congregaron este martes desde la mañana frente al Comando Militar del Este, principal cuartel del Ejército en esta región, en el centro de la ciudad de Río de Janeiro.
“No queremos que Lula asuma el comando el 1° de enero, no queremos un país comunista, queremos un Brasil mejor”, declaró la bancaria Lais Nunes, de 30 años, a la agencia AFP durante la manifestación.
“Hay diversas informaciones de que hubo fraude en las elecciones, no podemos aceptar eso”, sostuvo el policía Leandro de Oliveira, de 38 años, quien atribuye el fraude a una supuesta conspiración por parte del Tribunal Superior Electoral para privilegiar al expresidente (2003-2010), argumentos que ya fueron desmentidos por diversas autoridades y observadores internacionales.
En la capital, Brasilia, otras miles de personas se reunieron frente al Cuartel General del Ejército, con pancartas con leyendas como “S.O.S. Fuerzas Armadas” o “auditoría en las urnas”.
La seguridad fue reforzada en la región central de Brasilia tras la convocatoria de protestas a través de las redes sociales.
La Policía restringió de forma “preventiva” el acceso de vehículos y peatones a la Plaza de los Tres Poderes, donde se ubican los edificios de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema, informó la Secretaría de Seguridad del Distrito Federal.
Dos semanas atrás, miles de manifestantes se juntaron ante predios militares en Brasilia y otras ciudades del país en demanda de la intervención de las Fuerzas Armadas tras el balotaje, en el cual Lula derrotó al ultraderechista Bolsonaro por estrecho margen (50,9% contra 49,1%).
Desde entonces, muchos permanecen acampando frente al Cuartel General en la capital, ubicado a pocos kilómetros de su área central, y frente a un cuartel en San Pablo, donde medios locales también reportaron manifestaciones este martes.
También hubo movilizaciones en la ciudad de Belo Horizonte, en el estado de Minas Gerais, en el sudeste.
Los manifestantes denuncian un “fraude” supuestamente cometido con el sistema de urnas electrónicas, utilizado en Brasil desde 1996, y cuestionado sin fundamentos por Bolsonaro.
Esta posibilidad, sin embargo, fue descartada por numerosos observadores internacionales y un informe de las propias Fuerzas Armadas.
Tras la derrota electoral y mientras avanza la transición que culminará con la investidura de Lula en enero, Bolsonaro se mantiene recluido y prácticamente se ausentó de la vida pública, incluso de las redes sociales.
En los primeros días tras el resultado, partidarios del presidente organizaron centenas de piquetes en carreteras de varios estados del país como forma de protesta.
El mandatario demoró casi 48 horas para dirigirse a la nación tras su derrota, y si bien pidió que desbloquearan las rutas, señaló que las protestas pacíficas en otros lugares eran “bienvenidas”.