Aumentará la tasa de inoculación para las personas de entre 60 y 80 años tras las protestas contra la política de “Covid cero” y las restricciones sanitarias, que incluyen largos confinamientos.
BUENOS AIRES (TÉLAM).- China anunció ayer que acelerará la vacunación contra la covid-19 de las personas mayores tras varios días de históricas protestas contra las restricciones sanitarias que incluso abrieron un conflicto diplomático con Reino Unido, mientras que la masiva presencia policial en las principales ciudades evitó nuevas concentraciones, a las que el máximo organismo de seguridad del país pidió responder con “medidas enérgicas”.
La Comisión Nacional de Salud china se comprometió en un comunicado a “acelerar el aumento de la tasa de vacunación de las personas mayores de 80 años, y a seguir aumentando la tasa de vacunación de las personas de 60 a 79 años”.
Actualmente, solo el 65,8% de los habitantes de más de 80 años están plenamente vacunados, indicaron a la prensa los responsables de la institución, reportó la agencia de noticias AFP.
La limitada cobertura de vacunación de las personas mayores es uno de los argumentos del Gobierno para justificar su estricta política sanitaria, que se materializa en confinamientos interminables, cuarentenas a la llegada del extranjero y test casi diarios para la población.
La mejora de las tasas de vacunación podría ofrecerle a China precisamente una vía de salida a su política de “Covid cero”.
En vigencia desde hace casi tres años, esta política fue el blanco de la ira popular en manifestaciones ocurridas este fin de semana, las más extensas desde el movimiento prodemocracia de 1989, que incluye la frustración de muchos ante el sistema político chino.
El elemento desencadenante fue un incendio mortal la semana pasada en Urumqi, capital de la región noroccidental de Xinjiang.
El trabajo de los bomberos se habría visto entorpecido por la normativa sanitaria, argumentos que el Gobierno desmintió el lunes.
Tras las protestas del fin de semana, el Gobierno respondió con un fuerte despliegue policial en Beijing y Shanghai, que impidió el desarrollo de nuevas movilizaciones.
No obstante, la Comisión Central de Asuntos Políticos y Legales del Partido Comunista, el máximo organismo de seguridad de China, dijo este martes que es “necesario tomar medidas enérgicas contra las actividades de infiltración y sabotaje de las fuerzas hostiles de acuerdo con la ley”, según un comunicado divulgado por la agencia estatal de noticias Xinhua.
Si bien anoche la masiva presencia policial parecía haberse aligerado en las calles de una lluviosa Shanghai, el descontento permanecía en las calles.
En Hong Kong, donde en 2019 hubo protestas masivas y violentas en reclamo de una mayor apertura democrática, una decena de personas se congregaron en la universidad más antigua de la ciudad y gritaron eslóganes como “dame la libertad o dame la muerte”.
“No somos agentes extranjeros, somos ciudadanos chinos. China debería tener voces diversas”, dijo una mujer, mientras otra mostraba una pancarta en homenaje a las víctimas del incendio de Urumqi.
Un estudiante chino presente en la protesta dijo que le preocupaba ser detenido, pero que sentía la necesidad de “mantener el espíritu de resistencia”.
También empezaron a haber señales de que las autoridades locales buscan ablandar algunas reglas y ofrecer mayores ayudas económicas para calmar a la población.