Algunos profesores y escuelas obligan a los alumnos a escribir a mano ante la irrupción de los modelos de lenguaje.
La compañía francesa Bic cree que ChatGPT podría ser una oportunidad para los fabricantes de bolígrafos a medida que más profesores piden volver al boli y al papel para evitar redacciones hechas con ayuda de la inteligencia artificial
El director financiero de Bic, Chad Spooner, dijo a los medios en una presentación de resultados financieros que “aunque el mundo se esté volviendo digital, algunos profesores podrían decirles a sus estudiantes que ya no quieren ensayos escritos por ordenador”.
ChatGPT no necesita presentaciones a estas alturas. El modelo de lenguaje de OpenAI puede generar textos en lenguaje natural sobre cualquier tema de forma gratuita, lo que ha causado alarma y debate en el ámbito educativo.
Algunos profesores y escuelas han intentado prohibir o detectar el uso de ChatGPT en los trabajos y exámenes de los alumnos con herramientas como GPTZero o CheckforIA, mientras que otros han optado por adaptarse o integrar los modelos de lenguaje en sus clases.
ChatGPT ha demostrado ser capaz de aprobar o suspender varios exámenes de diferentes disciplinas, lo que anticipa un gran impacto de la IA en la educación.
La idea de Bic es que cada vez más profesores de la primera postura, los que proponen revisar políticas, obligarán a los alumnos a escribir sus deberes a mano. Esto acabaría llevando a un aumento en la venta de los bolígrafos, pero no está claro que el futuro lo vayan a ganar los reaccionarios.
Bic tiene que “abrazar la tecnología”, y “la escritura digital es parte de ella”, dijo Spooner, pero “quién sabe a dónde va a llegar esto”.
Cabe aclarar que ChatGPT se equivoca mucho, a pesar de responder a nuestras preguntas con convicción. Vale la pena tenerlo en cuenta y no confiar en la herramienta más de lo que confiábamos en una redacción del Rincón del vago.