Yésica Garay, secretaria de Gobierno de la Municipalidad de Ushuaia

En octubre del 2014 cuando se lanzó Somos Ushuaia como lema de campaña de Walter a intendente sentí que quería formar parte de una nueva manera de pensar la ciudad, de ser parte de ese proyecto político que venía a transformar la ciudad y a partir de ahí me sumé como una militante a un espacio, a una organización nacional, a un espacio político que en este caso es La Cámpora y no me moví más

USHUAIA.- Fue mi espacio de pertenencia, vengo de familia altamente peronista, de abuelos y abuelas peronistas, de madre y padre peronistas, atravesados por la década del 90 con un gobierno muy difícil, peronistas y menemistas, y también en lo local, con un gobernador peronista donde las cosas no habían sido tan buenas para los trabajadores ni para la gente, ni para el pueblo e incluso en deterioro del pueblo.

Pero este proyecto que venía surgiendo desde hacía algún tiempo y construyéndose, elaborándose, venía sumando fuerzas que era parte de los sueños que nos vino a proponer Néstor en el 2003 y a partir de ahí seguí militando, discutiendo lo que vengo trabajando desde hace muchos años que tiene que ver con la salud pública, con el Estado, con las políticas públicas.

Mi abuela fue una de las primeras concejalas de Tolhuin, vengo de familias pioneras tanto en Ushuaia como en Tolhuin, y desde ese octubre me sumé a este proyecto que fue creciendo, convocando, interpelando a la nueva generación.

Estar al frente de la Secretaría de Gobierno en el gabinete de Walter es un compromiso y responsabilidad diaria, en cada una de las tareas que tengo a cargo de esta Secretaría tan grande que no solo tiene que ver con la seguridad de la ciudad, sino de la prevención, de temas muy importantes que tienen que ver con los accidentes de tránsito, extravío y pérdida de personas, cuestiones alimentarias, y además de eso estar en el gabinete significa, como nueva generación de militantes políticos, llevar adelante muchas de las políticas publicas que van cambiando todos los días y van transformando la lógica y el funcionamiento propio de la ciudad.

Siempre con la premisa de garantizar derechos, igualdad, pero además como ushuaiense y como fueguina una empatía distinta, porque sentir que se pueden generar propuestas, pensar programas, modificar ordenanzas, presentar proyectos, generar cambios en la vida cotidiana de los vecinos y vecinas es lo que nos motiva a muchos de nosotros que hemos nacido aquí y la hemos visto crecer, porque la transitamos en distintos momentos y a lo largo de su vida que vio nacer y crecer a nuestros hijos e hijas, transcurrir nuestra actividad laboral, familiar, de nuestros padres y abuelos, y hoy ser parte de la historia de esta ciudad -que al menos a mí en lo personal me atraviesa en lo más fino en mis células-, en mi esencia como persona porque es algo que fue creciendo y jamás creí que iba a ser parte de un proyecto político, que me iba a invitar a repensar la ciudad que quiero para adelante, pensar en los hijos, hijas y nietos.

Mi familia está compuesta por mi hija Candela 21 años, Teo 17 y Juanita que tiene 14, y mi perra Noa.

Es difícil la articulación como buscar los consensos, es complejo porque la función pública demanda mucho tiempo, mucha responsabilidad y compromiso, implica no tener días libres, feriados, asuetos, sábados y domingos y uno termina equilibrando la balanza para llegar a cubrir todo lo que tiene que hacer, no dejar de tener el rol de madre, pero que tampoco sea en deterioro de la función pública y viceversa.

Mis hijos han crecido casi 8 años y han tenido la mitad de su vida con una mamá funcionaria, porque asumo en diciembre del 2015 y obviamente cuando uno se suma a la militancia, la estructura familiar se va modificando, pero también entiendo que hoy mucho de lo que soy y represento tiene que ver con ellos y los momentos mas difíciles de la gestión, de la política o propio del agotamiento donde uno cree que no puede mas y que va a dejar todo.

Los que empujan y siguen dando fuerzas para seguir son mis hijos, mi familia mis amigos, mis amigas que son la familia que uno elije y son un pedacito de la construcción que uno forma individualmente en este gran proyecto político.

Sentir que les está dejando un rumbo, una experiencia para las hijas, la gran lucha feminista, para mi hijo todo el cambio generacional paradigmático de muchos temas, pero que sepan que el día de mañana y que estén orgullosos de la mamá que tienen, que tuvieron en algún momento, lo van a decir de esa manera, lo llevan con compromiso, a la misma manera que me toca a mí.

Me gustaría sumar la importancia de nuestra generación, de compañeras que han empezado a formarse, a profesionalizarse para ocupar cargos importantísimos de gestión. Hemos tenido directoras de hospital, de obra social, en todas las fuerzas tenemos jerarquías altas. Hay mujeres comisarias, nuestra generación es la que vino a caminar, transitar y transformar ese cambio necesario que necesitábamos socialmente pero también institucionalmente con compromiso social muy fuerte y eso se nota en esta gestión del Intendente donde hoy tiene paridad en el ejecutivo.

Es importante destacar que las mujeres de a poco estamos ganando lugares de decisión, de poder, de construcción, donde nuestra voz tiene una escucha activa. Tenemos la posibilidad de dirigir muchas de las políticas públicas que podemos llevar adelante, dar la discusión que es necesaria en cada uno de los espacios de las instituciones, de los estamentos, que es un proceso que lleva tiempo, pero que ese cambio en los últimos años se estuvo notando y estoy convencida que vamos a seguir profundizando esa política de género, de paridad, de igualdad que están importante y necesaria.

Que las mujeres se animen, que sientan que son capaces de llevar todas las discusiones que quieran por delante, que somos las mujeres las que movemos y traccionamos el mundo, así que las invitamos a todas aquellas que sientan que pueden aportar para esta Ushuaia que nos acobija a cada una a que se sumen a la militancia, a los espacios distintos, como puede ser una iglesia, de solidaridad, de compromiso, de tener empatía, elegir una compañera antes que un compañero, cuidarnos, ser empáticos, solidarias o sororas pero de la acción real no de la discursiva.

Tenemos un desafío importante y lo que me hace feliz también es sentir que todas las discusiones que estamos transitando como generación nuestras hijas e hijos lo van a tener solucionado en unos años.

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