TESTIMONIOS DE MALVINAS – Las mujeres y la guerra I

VGM Mariana Florinda Soneira: “La guerra nos atravesó, nunca volvimos a ser las mismas”.

La VGM Mariana Florinda Soneira nació el 27 de marzo de 1963 en Avellaneda, provincia de Buenos Aires. Vive en la ciudad de Ushuaia desde 1991.

En el conflicto del Atlántico Sur el Servicio de Transportes Navales actuó como sostén logístico con sus buques ARA “Isla de los Estados”, ARA “Bahía Buen Suceso”, ARA “Canal Beagle”, ARA “Bahía San Blas” y ARA “Cabo de Hornos”, tripulados por dotaciones civiles y militares.

VGM Mariana Florinda Soneira.

En enero de 1982 Mariana Florinda Soneira embarcaba en el buque de Transportes Navales ARA “Bahía San Blas” iniciando un año de prácticas a bordo, siendo cadete del cuerpo de comunicaciones de la Escuela Nacional de Náutica Manuel Belgrano. Aquel 02 de abril, cuando el barco quedó afectado al conflicto, le ofrecieron la posibilidad de desembarcar porque aún no estaba recibida de oficial, era alumna. Con apenas diecinueve años tomó la decisión de permanecer a bordo y continuó embarcada durante todo el conflicto. Así transcurrieron los días y las noches surcando el Atlántico Sur transportando armamentos, tanques, combustible, helicópteros y demás pertrechos, navegando en sigilosa, en silencio radioeléctrico, sin escolta y en situación de peligro.

En 1983 recibió el Diploma de Honor y Botón Solapa de la Armada Argentina en reconocimiento por los servicios prestados a la patria. En 1990 recibió en el Congreso de la Nación el Diploma y Medalla en reconocimiento de su intervención en la lucha armada. En 2018 recibió la Mención de Honor Juana Azurduy de Padilla otorgada por el Senado de la Nación.

Finalizado el conflicto continuó sus estudios y egresó de la Escuela Nacional de Náutica como Oficial Radioperadora Naval de la Marina Mercante Argentina. Navegó durante ocho años en buques mercantes desempeñándose como Oficial Radiotelegrafista a bordo. Cuarenta y un años después de la guerra aún sigue haciendo radio como LU4XYL.

“Recuerdo muchos momentos de esos 74 días de conflicto. Con profundo dolor recuerdo cuando recibimos la noticia del hundimiento del Crucero ‘Gral. Belgrano’ y días después la noticia del hundimiento del ‘Isla de los Estados’ que era también de Transportes Navales, yo conocía a algunos miembros de esa tripulación. Tristeza absoluta”.

“Participar de la guerra por la soberanía de nuestras Islas Malvinas me cambió en todo. La guerra nos atravesó, nunca volvimos a ser las mismas. Y en particular yo cambié mi mirada después de ser madre, pude comprender a mi madre que no dormía pensando en su hija sin saber dónde estaba y cómo estaría. En tantos días y noches sin noticias… Pude imaginar el dolor y la angustia de las madres que vieron partir a sus hijos y a aquellas que nunca volvieron a abrazarlos”.

“Participar de la guerra por la soberanía de nuestras Islas Malvinas me cambió en todo. La guerra nos atravesó, nunca volvimos a ser las mismas. Y en particular yo cambié mi mirada después de ser madre, pude comprender a mi madre que no dormía pensando en su hija sin saber dónde estaba y cómo estaría. En tantos días y noches sin noticias… Pude imaginar el dolor y la angustia de las madres que vieron partir a sus hijos y a aquellas que nunca volvieron a abrazarlos”.

“Cuando se conmemoraron los cuarenta años el acompañamiento de la gente cobró un sentido distinto, la población se acercó a la plaza para estar con nosotros durante la Vigilia y abundaron los gestos de cariño, los abrazos y el respeto. Cuarenta años es una vida, una vida después de la guerra y estábamos ahí, juntos para recordar y homenajear a los que no regresaron. En este aniversario el tema de las Veteranas comenzó a resonar por aquí y allá y, en especial por parte de las mujeres, hubo un orgullo contenido que afloró en lágrimas de emoción cuando nos conocían. De cualquier modo, tantos años después, sigo pensando lo mismo. Somos personas comunes a las que nos tocó vivir una experiencia tan triste como inolvidable, deseo que ninguna otra persona viva una guerra, la guerra es sólo dolor. Espero que nuestra bandera vuelva a flamear en las Islas Malvinas y que las recuperemos por la vía diplomática y en paz”.

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