Regresa Joshua Redman, el maestro del jazz contemporáneo que aún se siente «un completo estudiante»

Con un concierto y tres masterclasses en el Mendoza Sax Fest, el encuentro musical que se desarrollará entre este jueves 11 y el lunes 14 y que lo tendrá como protagonista; y dos presentaciones el 14 y el martes 15, en dobles funciones, en el porteño Bebop Club, de Palermo, el aclamado saxofonista californiano Joshua Redman, indiscutible figura estelar del jazz contemporáneo, estará de regreso en nuestro país.

(Por Hernani Natale) Pero aunque su celebridad y su espectacular currículum, que incluye estudios en Berkeley y Harvard, y colaboraciones con Jack DeJohnette, Elvin Jones, Joe Lovano y Pat Metheny, entre tantos, bastarían para poder asegurar que se tratará de una gran oportunidad de asistir a verdaderas cátedras de jazz, el artista estadounidense prefiere transmitir «preguntas» más que experiencias y sabiduría, según confió a Télam.

«Todavía me considero un completo estudiante. No tengo un sistema elaborado para enseñar o para tocar. No siento que realmente haya descifrado nada. Siempre estoy haciendo preguntas. Pero nunca tengo las respuestas», definió al ser consultado sobre los temas que aborda en sus clases magistrales, denominación que afirmó que rechaza porque no se considera «un maestro».

Las posibilidades que tendrá el público argentino de tomar contacto con el arte de Redman serán muchas porque en su agenda figuran, en el marco del Mendoza Sax Fest, tres masterclasses y un concierto el sábado 13, a las 21.30, en el Teatro Independencia, de la capital provincial, acompañado por un «dream team» local conformado por Ernesto Jodos en piano, Oscar Giunta en batería y Jerónimo Carmona en contrabajo.

El encuentro musical mendocino también tendrá como animadores a Escalandrum, al estadounidense Jonathan Helton a dúo con el chelista Steven Thomas, y a la argentina María Noel Luzardo.

El periplo de Redman por nuestro país se completará el lunes 15 y el martes 16, con dobles funciones a las 20 y a las 22.45, en el reducto palermitano de Bebop Club, junto a su trio integrado por el contrabajista Philip Norris y el baterista Nazir Ebo.

En diálogo con esta agencia, el saxofonista brindó detalles de sus presentaciones en la Argentina y, a través de ello, dio pistas en torno a su abordaje de la música y sus inquietudes.

Télam: Por un lado vas a estar participando de un festival acompañado por músicos argentinos. ¿Cómo preparás el repertorio en estos casos? ¿Es diferente a cuando tocás con tu propia banda?

Joshua Redman: No es tan diferente. Independientemente de cuál sea la configuración o la ocasión, solo trato de elegir el repertorio que creo que podría ser una buena combinación para los músicos en el concierto; eso será interesante y, con suerte, inspirador para tocar; tiene el potencial de crear un conjunto equilibrado y fluido, y que con suerte ofrecerá algo conmovedor y desafiante para la audiencia. En última instancia, el verdadero significado y espíritu de la música se determina en el momento en que estamos juntos, escuchando, conversando, improvisando en el escenario. En cierto sentido, la preparación en realidad no importa tanto. Podés estar tan preparado como creas posible y aún así no estás necesariamente listo. Esa es la magia y el misterio de tocar una música improvisada como el jazz. Supongo que la única diferencia real aquí es que nunca antes había tocado con ninguno de estos músicos, a diferencia de mis propias bandas, donde a menudo toco con músicos con los que estoy más familiarizado o con más experiencia. Pero me encanta la emoción, la alegría y el desafío de conectar y crear con nuevos músicos. ¡Abraza la aventura!

T: ¿Cuál es la principal impresión que buscás causar en la audiencia cuando participás de un festival en donde habrá otros artistas mostrando lo suyo?

JR: Solo quiero tocar de la manera más honesta, expresiva y creativa posible, de una manera que conecte con los otros músicos con los que estoy tocando y la audiencia para la que estoy tocando.

T: En el caso de tu presentación en Mendoza, se va a sumar un piano en relación al formato con el que actuarás en Buenos Aires. ¿Cambia el rol del saxo en cada caso, la manera en que abordás el instrumento?

JR: De hecho, he tocado bastante con el piano a lo largo de los años, y muchas de las bandas con las que toco actualmente tienen un pianista. Es cierto que también toco a menudo con grupos sin piano, como el trío saxofón-contrabajo-batería. Me encantan ambas configuraciones. Solo tengo que ser consciente de lo que permiten y requieren los diferentes contextos y, a menudo, tengo que elegir música y adoptar un enfoque musical que sea apropiado para el contexto en cuestión. Lo he hecho tanto (cambiando de un lado a otro entre diferentes instrumentaciones) que realmente no pienso en ello demasiado; ahora es un proceso bastante familiar y natural para mí.

T: En Mendoza también estarás dando algunas masterclasses. ¿Cuál es la principal enseñanza que te interesa transmitir en esos encuentros?

JR: Realmente no tengo ningún plan o agenda como «maestro». Todavía me considero un completo estudiante. No tengo un sistema elaborado para enseñar o para tocar. No siento que realmente haya descifrado nada. Siempre estoy haciendo preguntas. Pero nunca tengo las respuestas.

Ni siquiera me importa el término «clase magistral», porque no soy un «maestro» y no doy «clases». Solo veo situaciones como estas como oportunidades para conocer músicos, tener una conversación y quizás también compartir las experiencias que he tenido durante más de 30 años de hacer esto en serio. Realmente no sé lo que estoy haciendo, pero lo he estado haciendo durante mucho tiempo.

T: ¿Qué podés anticipar sobre los shows en Bebop Club?

JR: Les anticipo que serán súper divertidos. Tengo muchas ganas de tocar con Philip Norris y Nazir Ebo, dos de los músicos más emocionantes y exitosos de su generación. Nunca antes habíamos tocado juntos como trío, por lo que será un viaje inaugural, una nueva aventura.

T: ¿Cómo trabajás los espacios para los solos cuando tocás con batería y contrabajo? ¿Das lugar para que cada uno pueda desarrollar solos o buscás fundamentalmente una buena base para poder desplegar tus melodías?

JR: Siempre estoy tratando de tener una conversación, interactuar y cooperar con los otros músicos, en todo momento de la música, independientemente de lo que se supone que «funcionalmente» está sucediendo. Los solos no vienen al caso. Todo el mundo está siendo presentado en todo momento. Todos somos solistas y estamos tocando juntos en banda a medida que fluimos a través de la música y la música fluye a través de nosotros.

T: ¿Qué recuerdos tenés de tus anteriores visitas sobre la relación del público argentino con el jazz?

JR: Creo que solo he estado en la Argentina dos veces antes, ambas en Buenos Aires, y ambas muy brevemente. ¿Tal vez un concierto con mi cuarteto en 2001 y otro con The Bad Plus en 2015 o 2016? Recuerdo que disfruté mucho de ambas actuaciones. ¡La audiencia fue comprensiva, atenta, entusiasta y conmovedora! Tengo muchas ganas de conocer a la gente y al país un poco mejor esta vez.

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