Como cada 25 de Mayo se celebra una de las fechas patrias más significativas de la República Argentina, el Día de la Patria y la Revolución de Mayo.
En una lluviosa jornada un grupo de patriotas trazó el camino de la Independencia. El pueblo acompañó en la plaza y alumbró la idea de ser libre e independiente, protagonista y artífice de su propio destino.
Revolución de Mayo
Proceso revolucionario que se desarrolló en Buenos Aires, en mayo de 1810 y que concluyó con el reemplazo del virrey español por una Junta de Gobierno local.
¿Qué fue la Revolución de Mayo?
Se llama Revolución de Mayo a un proceso que se desarrolló en Buenos Aires en mayo de 1810 y que concluyó con la destitución del virrey español y su reemplazo por una Junta de Gobierno local.
Fue una revolución de carácter municipal, impulsada por un sector de criollos revolucionarios de Buenos Aires quienes estaban influenciados por las ideas difundidas por la Ilustración y la Revolución Francesa.
Esta revolución fue el inicio de un proceso emancipador que concluyó seis años después, cuando el 9 de julio de 1816 el Congreso de Tucumán proclamó la Independencia de las Provincias Unidas de América del Sur.
Desarrollo de la Revolución de Mayo
La Revolución comenzó a gestarse el 18 de mayo cuando llegaron al Virreinato del Río de la Plata las noticias de la disolución de la Junta Central de Sevilla, ante el avance de las tropas del emperador francés Napoleón Bonaparte. Esta Junta, que se había formado en 1808, había designado a Baltasar Hidalgo de Cisneros como virrey del Río de la Plata en 1809.
Durante los días 19 y 20 de mayo, un grupo de criollos revolucionarios, que se había reunido en secreto la noche del 18, presionó al virrey para que convocara a un cabildo abierto. Este se reunió el día 22 y luego de arduos debates votó la destitución de Cisneros y encargó al Cabido la formación de un nuevo gobierno. Durante los debates, los criollos Juan José Castelli y Juan José Paso sostuvieron la tesis de la retroversión de la soberanía al pueblo en ausencia del monarca, según la cual, si falta la autoridad legítima, el poder vuelve al pueblo que tiene derecho de designar a nuevos gobernantes.
El día 25 los criollos movilizaron al pueblo de Buenos Aires a la Plaza de Armas y utilizaron sus milicias para amenazar a los cabildantes con abrir fuego si Cisneros insistía en quedar al frente de un nuevo gobierno.
Finalmente, se anunció la renuncia de Cisneros y la formación de una junta de gobierno local, integrada por siete criollos y dos españoles y encabezada por el militar americano Cornelio Saavedra.
Los integrantes de esta junta local, llamada Primera Junta, juraron fidelidad al rey cautivo, Fernando VII de España. El objetivo de esta maniobra era ganar tiempo mientras consolidaban su posición frente a los realistas, los cuales defendían el derecho de los funcionarios españoles a seguir gobernando América.
La Revolución de Mayo fue el inicio del proceso emancipador, que luego de avances y retrocesos condujo a la Independencia de Argentina, proclamada en 1816 y asegurada tras las campañas libertadoras a Chile y Perú.
Causas y consecuencias de la Revolución de Mayo
Entre las principales causas de la Revolución de Mayo se pueden identificar tanto factores internos como externos, a saber:
La invasión napoleónica a España en 1808, durante la cual el emperador francés tomó prisionero al rey Carlos IV y a su heredero, Fernando VII, y los reemplazó por su hermano José Bonaparte. Esta maniobra, conocida como Farsa de Bayona, puso en crisis a la monarquía española y generó un vacío de poder en el Imperio colonial español.
La extensión de los ideales de libertad e igualdad propagados por la Revolución Francesa influyó en los criollos que impulsaron la Revolución de Mayo.
El ejemplo de los colonos ingleses de América del Norte, que en 1776 proclamaron su independencia de Gran Bretaña y constituyeron los Estados Unidos, el primer país independiente de América.
El descontento de los criollos tanto por la preferencia de la Corona por los peninsulares para ocupar los cargos más importantes de la administración colonial como por la vigencia del monopolio comercial.
Las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807, durante las cuales las autoridades españolas habían quedado desprestigiadas y los criollos habían tomado conciencia de su capacidad para luchar por su libertad.
La destitución del virrey Sobremonte, exigida por el pueblo de Buenos Aires debido a su desempeño durante las Invasiones Inglesas, y su reemplazo por Santiago de Liniers, héroe de la Reconquista.
La asonada de Álzaga de 1809, un intento fallido de destituir al virrey Santiago de Liniers, que dejó como antecedente la supresión de las milicias españolas y el fortalecimiento de las criollas.
Consecuencias
Entre las principales consecuencias de la Revolución de Mayo se pueden destacar:
La destitución del virrey español Hidalgo de Cisneros y su reemplazo por la Primera Junta, que se hizo con el poder en la capital virreinal.
El inicio de la disolución del Virreinato del Río de la Plata, un proceso que dio lugar a la formación de cuatro Estados independientes: la Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia.
La eliminación del monopolio y la instauración del libre comercio, que posibilitó, entre otras cosas, que los estancieros rioplatenses exportaran sus productos a las potencias europeas.
El rol jugado por Buenos Aires en la Revolución acentuó su papel de «hermana mayor» del resto de las ciudades del Virreinato. Durante el proceso revolucionario, los dirigentes porteños oscilaron entre fomentar la participación de los dirigentes de las otras ciudades y tratar de imponerles su autoridad y sus directivas.
Principales protagonistas de la Revolución de Mayo
Juan José Paso (1758-1833): doctor en leyes y dirigente político que argumentó en favor de la destitución de Cisneros durante el Cabildo abierto del 22 de mayo. Fue secretario de la Primera Junta.
Cornelio Saavedra (1759-1829): militar y político nacido en el Alto Perú. Fue el presidente de la Primera Junta.
Juan José Castelli (1764-1812): abogado y gran orador porteño, fue vocal de la Primera Junta.
Manuel Belgrano (1770-1880): abogado y economista porteño, fue vocal de la Primera Junta.
Mariano Moreno (1778-1811): abogado y periodista porteño, ideólogo de la revolución que, junto con Paso, fue uno de los secretarios de la Primera Junta. Autor: Marcelo Néstor Musa.
Principios proclamados por la revolución
La soberanía popular
En el Cabildo abierto del 22 de mayo, Castelli y Saavedra sostuvieron los derechos del pueblo para ejercer su soberanía e instalar un gobierno propio.
El elemento popular se hizo presente el día 25 en la sala de acuerdos del Cabildo y dio a conocer la nómina de los ciudadanos que integrarían la Primera Junta.
El reglamento del 28 de mayo facultaba al pueblo -art. 10- para comunicarse de palabra o por escrito con cualquiera de los vocales de la Junta.
El principio representativo y federalista
El ejercicio del poder por los representantes del pueblo, no sólo de Buenos Aires sino también de las provincias, es un anticipo del sistema representativo y federalista vigente en la Constitución actual.
El artículo 10º del Reglamento del 25 de Mayo convocaba a los cabildos del interior a fin de que eligieran representantes ante un congreso a reunirse posteriormente en Buenos Aires.
La división de poderes y periodicidad de los mandatos
De acuerdo con los artículos 6° y 7° del Reglamento del 25 de Mayo, la Junta tendría atribuciones ejecutivas pero no judiciales, pues las últimas estarían a cargo de la Audiencia.
En el citado Reglamento figuran claras disposiciones referentes a la responsabilidad de los miembros de la Junta en el ejercicio de su cargo; así, el artículo 5º deja constancia de que los integrantes del gobierno podrían ser depuestos en caso de que faltasen a sus deberes.
La Junta hizo público su carácter de “provisoria”, es decir, que sus integrantes gobernarían por un lapso limitado, hasta que un congreso reunido en Buenos Aires estableciera las autoridades más convenientes (art. 10°).
La publicidad de los actos de gobierno
Fue otro de los principios republicanos llevados a la práctica por la Junta; según disposiciones del artículo 8° del Reglamento, todos los meses debía publicarse el estado de la Real Hacienda.
Ante la necesidad de difundir entre el pueblo los principios e ideales de la Revolución, el nuevo gobierno -por obra de Moreno- fundó un periódico semanal titulado Gazeta de Buenos Aires.
En el tercer número, del 21 de junio, fue publicado un artículo de Moreno sobre la libertad de expresión, el que dice en uno de sus pasajes: “si se oponen restricciones al discurso, vegetará el espíritu como la materia y el error, la mentira, la preocupación, el fanatismo y el embrutecimiento harán la divisa de los pueblos”. Fuente Consultada: HISTORIA 5 Historia Argentina José Cosmelli Ibáñez Editorial Troquel.