River Plate se hizo fuerte en La Bombonera y venció a Boca Juniors en el Superclásico por 2 a 0 en un triunfo resonante, correspondiente a la 7ma. fecha de la Copa de la Liga, que lo celebró con alma y vida después de un lustro.
BUENOS AIRES (TELAM).- Los goleadores del último campeón del fútbol argentino fueron el venezolano Salomón Rondón y el defensor Enzo Díaz, ya en tiempo de descuento.
River se quedó con un Superclásico que por momentos fue muy luchado y caliente, en un marco imponente que le dio mucho color al choque futbolístico más importante de la Argentina, acaso uno de los mejores clásicos del mundo.
El “Millonario” lo ganó con mucha concentración y por momentos con buen juego en el toque con la pelota. Aprovechó sus oportunidades y le propinó a Boca un impacto mayúsculo ya que el próximo jueves se jugará el pasaje a la final de la Copa Libertadores.
Por momentos Boca lució inconexo, desorientado y sus hinchas se retiraron muy fastidiados por el resultado y el desempeño de algunos jugadores como Ezequiel Bullaude y Lucas Blondel.
Después de los nervios iniciales, River mostró un mejor juego en el primer tiempo con el despliegue de sus volantes. Enzo Pérez y De la Cruz marcaron los tiempos, beneficiados por la confusión general de Boca que por momento lució muy impreciso.
Lo más interesante de la primera parte se produjo a partir de la media hora de juego cuando tanto Boca como River dispusieron de situaciones.
Darío Benedetto resultó el más regular del equipo de Almirón, entre tantos puntos bajos. El “Pipa” se las arregló para inquietar a la defensa de River que contó con la vuelta de González Pírez, en dupla con el chileno Paulo Díaz para la zaga central.
Benedetto tuvo un mano a mano con Armani (15m) que el arquero resolvió con oficio, mandando la pelota al córner y un cabezazo al medio que contuvo el oriundo de Casilda, luego de un centro ejecutado por Lucas Janson (31m).
El gol de River llegó con presión en ataque ante las claras falencias de Boca. Un rebote quedó para Enzo Pérez, quien sin marca ensayó un remate al arco que en el camino encontró al oportuno Rondón. Boca reclamó una supuesta infracción a Marcelo Weigandt en el inicio de la jugada que no existió.
Al término de la primera etapa, la hinchada de Boca se preocupó por el nivel del equipo pero descargó su bronca con el árbitro Andrés Merlos, acusado de muchos fallos a favor del eterno rival.
Almirón, uno de los tantos enojados con Merlos, tomó nota de la discreta actuación de sus jugadores y dispuso cambios con las entradas de Valentín Barco (ovacionado por la gente), “Equi” Fernández y Cristian Medina.
Boca, con otro ímpetu y decisión, se adelantó en el campo, y arrinconó a River con dos aproximaciones.
River salió de a poco del asedio local al recuperar la pelota con el buen trabajo de Enzo Pérez más el auxilio de Esequiel Barco, determinante en el segundo tiempo para atacar y defender.
Cuando iban 15 minutos, la hinchada de Boca cantó: “¡Movete xeneize, movete!”, como testigo del bajón futbolístico de Boca que tuvo su gran chance con Edinson Cavani (27m). El uruguayo recibió de cabeza un centro que dio en el travesaño y en el rebote ensayó una tijera que venció a Armani. Toda La Bombonera gritó gol, pero hubo bandera levantada y ratificación desde el VAR por un milimétrico fuera de juego.
A partir de ahí, Boca no volvió a inquietar y River resurgió. Demichelis armó línea de 5 en el fondo y buscó definirlo de contra con Facundo Colidio. El ex Boca tuvo dos ocasiones muy claras en el final y en la segunda tuvo la ayuda de Enzo Díaz para definir ante el desconcierto de la defensa xeneize.
Con este resultado, River alcanzó los 13 puntos en la zona A (a uno del líder Independiente), mientras que Boca tiene 7 en la zona B, fuera de los puestos de clasificación.
En la próxima fecha, River recibirá a Talleres de Córdoba y Boca visitará a Belgrano. El xeneize tendrá el próximo jueves la revancha de semifinales de Copa Libertadores ante Palmeiras (0-0) y su gente exclamó un triunfo en busca de “la séptima”, la verdadera obsesión del hincha.