Además, la cantante es número uno en el ranking general de ventas. Todo, gracias a su disco “Cowboy Carter”, que salió el 29 de marzo.
Beyoncé debutó en el número 1 del Billboard 200 con Cowboy Carter, su más reciente disco, marcando las mayores ventas de un álbum hasta ahora en 2024.
Lanzado el pasado 20 de marzo, el álbum consiguió esa marca tras vender 407.000 unidades, lo que le da a Beyoncé su octavo puesto en la lista. Marca el arco de mayor rendimiento desde 1989 (Taylor’s Version) de Taylor Swift, que 1.653.000 de unidades tras su lanzamiento en noviembre, y le otorga a Beyoncé su mayor semana de streaming en su historia.
Por otro lado, el impacto de ventas de Cowboy Carter también convierte a la megaestrella de Houston en la primera mujer afroamericana en debutar en el número 1 de la lista Top Country Albums.
Y no sólo eso, es la mejor semana de ventas para un álbum country desde julio pasado, cuando Speak Now, también de Swift, llegó a la cima con 716.000 copias.
Según detalla Variety, de las 407.000 unidades, 232.000 se atribuyen a álbumes equivalentes en streaming, mientras que las ventas de álbumes tradicionales abarcan 168.000 y los álbumes equivalentes en pistas totalizan 7.000.
“Sus cuatro vinilos de edición limitada, a los que muchos fans notaron que les faltaban cinco de las pistas en streaming, vendieron 62.000 copias, lo que le dio a Beyoncé su semana más grande en el formato y la más grande para cualquier álbum de vinilo en 2024″, suman en la revista norteamericana.
Además, con su octavo No. 1 en el Billboard 200, Beyoncé se deshace de un empate con Janet Jackson en el cuarto lugar entre las mujeres. Por delante de ella están Madonna con nueve, Barbra Streisand con 11 y Swift con 12.
Cowboy Carter marcó el comienzo del segundo acto de su proyecto de trilogía Renaissance. La primera entrega se lanzó en julio de 2022, obtuvo 332.000 unidades equivalentes a un álbum en su primera semana y se situó en el puesto número 1.
De qué va Cowboy Country, el nuevo disco de Beyoncé
Con la producción ejecutiva de Beyoncé, Cowboy Country trata sobre diferentes géneros, todos ellos, profundamente arraigados en el country. “Este es el trabajo de una artista que prospera en su libertad para crecer, expandirse y crear sin límites. No se disculpa y no busca permiso para elevar, amplificar y redefinir los sonidos de la música, al tiempo que desmantela las falsas normas aceptadas sobre la cultura estadounidense”, dice una presentación oficial de la obra.
“El álbum es una cornucopia de sonidos que Beyoncé ama y creció escuchando, entre visitas y eventualmente actuaciones en el Houston Rodeo: country, rhythm & blues original, blues, zydeco y black folk. El álbum se envuelve en instrumentación pura en una auténtica unión de sonidos que utilizan, entre otros, el acordeón, la armónica, la tabla de lavar, la guitarra acústica, el ukelele bajo, la guitarra de pedal steel, un Vibra-Slap, la mandolina, el violín, el órgano Hammond B3, el piano de tachuelas y el banjo”, suma.
“También hay muchas palmas, pasos de herradura, pisotones de botas en pisos de madera y hasta las uñas de Beyoncé como elementos percusivos”, redondea
“La alegría de crear música es que no hay reglas”, dijo Beyoncé el día del lanzamiento de Cowboy Carter.
“Cuanto más veo que el mundo evoluciona, más siento una conexión más profunda con la pureza. Con la inteligencia artificial y los filtros digitales y la programación, quise volver a los instrumentos reales, y usé instrumentos muy antiguos”, reveló.
“No quería que algunas capas de instrumentos como cuerdas, especialmente guitarras, y órganos estuvieran perfectamente afinados. Mantuve algunas canciones crudas y me incliné hacia el folk. Todos los sonidos eran tan orgánicos y humanos, cosas cotidianas como el viento, chasquidos e incluso el sonido de los pájaros y las gallinas, los sonidos de la naturaleza”, sumó.
La inspiración de Beyoncé para este disco tiene en cuenta además la cultura sureña y occidental más allá de la música, el rodeo, las películas del Oeste y las historias de los vaqueros originales del Oeste.
Fue en el Rodeo donde vio por primera vez la diversidad y la camaradería entre las personas que aman la música country y un estilo de vida estadounidense, impregnado de comunidad, ofertas culinarias, parrillas y equipos occidentales. Y fue para todos. Entre la multitud había vaqueros negros, hispanos y nativos americanos, que hicieron sus valiosas y auténticas concesiones a la cultura.
“Sus historias son sinónimos de la historia de Estados Unidos”, concluyen sus difusores.