Otro fueguino que está transitando en el fútbol grande de la Argentina; se trata del volante de contención Nery Leyes quien nació en Ushuaia pero a los pocos año se trasladó a Río Grande, donde dio sus primeros pasos detrás de la esférica. Sus inicios fue en el club Vélez de Chacra II identificado con la familia Rodríguez, y cuando partió a Chaco comenzó a mostrar sus condiciones hasta llegar a Talleres de Córdoba, donde debutó en primera para luego pasar a Defensa y Justicia y hoy tener un buen momento en Atlético Tucumán.
RIO GRANDE.- Nacido en Tierra del Fuego, se caracteriza por su traslado de un lado al otro en el campo de juego ¿Qué hace Nery Leyes? Corre. Corre a los rivales, corre a la pelota y corre si tiene que hacerle el relevo a un compañero. ¿Por qué corre? Podría decirse que lo hace porque es el único jugador de Atlético de mitad de cancha hacia adelante con responsabilidades defensivas, pero la razón es más simple desde su óptica. “Me gusta correr. Me gusta ser un jugador completo”, explica.
Quizás inconscientemente también corra porque quiere llegar a algún lado, más allá de un determinado sector de un campo de juego. Ahora bien, ¿a dónde quiere llegar Nery Leyes? Lo primero que se viene a la mente es Río Grande, Tierra del Fuego, el lugar donde creció hasta los diez años en que se mudó a Chaco, sin embargo Nery no es nacido en esta ciudad sino en Ushuaia, donde vivió hasta los 3 años y luego se mudó al barrio Chacra II de la ciudad situada al norte de la Isla. Después de todo, más de 3.500 kilómetros separan a su ciudad natal de Tucumán.
Hace casi 30 años, Abdón y Mirta, padres de Nery, abandonaron Resistencia, en Chaco, para correr hacia la provincia más austral del mundo. Allí los esperaban dos puestos de trabajo y, sin saberlo, el primero de dos hijos.
“Fueron años hermosos”, recuerda Leyes sobre la década que pasó en Río Grande, antes de que la familia retornara a Chaco. Allí, cuando tenía cuatro, Leyes comenzó a jugar a la pelota con las particularidades que el sur del planeta puede tener.
“Siempre jugamos fútbol de salón en lugares cerrados, por el frío. En verano, aunque la temperatura levantaba, había mucho viento y tampoco se podía”, cuenta el volante central de Atlético.
Vélez Sarsfield y Chacra de esa ciudad fueron sus primeros equipos, aunque la cosa se puso seria cuando regresó a Resistencia e hizo las inferiores en Chaco For Ever. Allí, por primera vez, jugó al fútbol sin un techo y cuatro paredes como escenario.
Pero fuera de esas canchas techadas y oscuras y después del fútbol, esperaba una ciudad maravillosa. “Tiene lugares y paisajes hermosos, tanto que a la gente no le importa el frío. Es una provincia muy linda”, advierte el jugador que llegó a Atlético luego de la frustrada transferencia de Pablo Guiñazú. El ex Newell’s terminó en Talleres, donde Nery completó la mayor parte de su carrera. La laguna Esmeralda, el Río Fagnano, la isla Martillo, el Canal de Beagle y muchos sitios más que, por más que sean más próximos a Ushuaia (a 200 kilómetros de Río Grande), fueron visitados por Leyes y su familia.
¿Y por qué Nery Leyes corre para volver a Tierra del Fuego? Tal vez porque nunca volvió. “Tengo muchas ganas de volver. En realidad es un viaje que siempre se planifica con mi familia pero nunca se concreta -explica-. Además sigo teniendo familia ahí”.
Por ahora, Leyes seguirá corriendo en la cancha de Atlético, aunque hoy lo hará en la de Lanús, cuando los dos líderes de la zona 2 choquen también en el sur, pero del Gran Buenos Aires. Para él no está nada mal, dado su gusto por la actividad y mucho menos para Atlético, que disfruta de un jugador al que el hincha estudió durante los primeros partidos minuciosamente, como a todos los refuerzos, y da la sensación de haber aprobado ese examen de retina.
“Me estoy sintiendo muy bien, sobre todo por el arranque que tuvimos. En la cancha estoy cómodo porque con Darío Franco, en Defensa y Justicia el esquema era el mismo que ahora. Tenía que correr”, reconoce. Y ya sabemos que eso le gusta.
Nery Leyes en acción luchando con Carlos Tevez en el choque que Atlético sorprendió a Boca en la Bombonera.