Jorge Luis Borges fue un escritor argentino, ícono de la literatura. Abordó todos los géneros narrativos: ensayo, poemas, cuento. Considerado pionero del realismo mágico. No escapó a las polémicas, especialmente por su posición política antiperonista que le valió críticas y persecuciones. La ceguera lo acompañó casi toda la vida, pero no incidió en su prolífica y magnífica obra.
BUENOS AIRES (NA).- Diego Maradona, Lionel Messi, el papa Francisco, Evita y el Che Guevara son los argentinos más famosos de la historia. Si esa lista se expandiera un poco más seguramente también entraría el nombre de Jorge Luis Borges. El célebre escritor es una referencia ineludible de la literatura universal y es por eso que cada 24 de agosto, día en que nació, en la Argentina se celebra el Día del Lector.
Borges nació en la ciudad de Buenos Aires en vísperas del siglo XX, un 24 de agosto de 1899. Bilingüe desde la infancia con un manejo del inglés cual lengua materna, a los seis años les dijo a sus padres que quería ser escritor y a los 7 años lo concretó. Siendo un niño realizó una especie de resumen de la mitología griega. Su primer escrito fue La víscera fatal, basado en un episodio del Quijote, y a los 9 años tradujo la obra de Oscar Wilde, El Príncipe Feliz.
Entre 1914 y 1921 vivió con su familia en Europa. A su regreso fundó las revistas Prisma y Proa, y publicó Fervor de Buenos Aires. En la década del treinta se produjo uno de los grandes acontecimientos literarios y culturales argentinos del siglo XX, la escritora Victoria Ocampo fundó la revista Sur, que publicó su primer número el primero de enero de 1931. Por las páginas de Sur transitaron importantes figuras internacionales –como Ortega y Gasset, Graham Green, Albert Camus, Henry Miller, William Faulkner y muchos más– y nacionales, como José Bianco, Leopoldo Marechal, Oliverio Girondo, Ernesto Sábato, Alejandra Pizarnik. Entre ellos estaba Borges, que formó parte de la revista desde su fundación y con la que colaboró durante cincuenta años, hasta 1980.
Autor de poesía, cuento, ensayo y trabajos en colaboración, en las décadas siguientes su obra creció; fue traducida a más de veinticinco idiomas y alcanzó reconocimiento mundial.
Fue presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, director de la Biblioteca Nacional, miembro de la Academia Argentina de Letras y profesor de la Universidad de Buenos Aires. Recibió importantes distinciones de gobiernos extranjeros, y el título de doctor honoris causa de las universidades de Columbia, Yale, Oxford, Michigan, Santiago de Chile, La Sorbona y Harvard.
Nadie como Borges supo plasmar a modo de historia conceptos existenciales tan abstractos como la inmortalidad, el infinito, la eternidad, la identidad personal, la realidad, los conflictos interiores, las limitaciones de la razón, el misterio de la vida y del universo que escapa al entendimiento de los hombres. Los cuentos que él mismo seleccionó para completar el libro “El Aleph” son un ejemplo perfecto de ello.
El listado de sus obras incluye clásicos de la literatura como El Aleph, Ficciones, El libro de arena, y sus Cuentos completos, así como Alias, que reúne toda la obra que escribió en colaboración con Adolfo Bioy Casares.
Obtuvo, entre otros galardones, el Premio Nacional de Literatura (Argentina, 1956) y el Cervantes (España, 1979). Considerado uno de los más importantes escritores en lengua hispana de la historia de la literatura, murió en Ginebra el 14 de junio de 1986.
Su relación con María Kodama
María Esther Vázquez, autora de Borges, esplendor y derrota (libro de 1996 que Adolfo Bioy Casares definió como la biografía definitiva de su amigo), rastreó en septiembre de 1975 el momento en que María Kodama comenzó a tener preeminencia en la vida del escritor. Borges tenía que viajar a Estados Unidos y no había nadie disponible para acompañarlo, por entonces tenía 76 años y estaba ciego.
Entonces, Fani Úbeda, la histórica ama de llaves de Borges, quien lo acompañó durante cuatro décadas, hizo una propuesta de la que se arrepentiría: que al viaje fuera una de las alumnas de anglosajón del poeta, y pensó en Kodama. Así comenzó la relación que se extendería hasta la muerte de Borges, el 14 de junio de 1986 en Ginebra, Suiza.
El Día del Lector
Es por ello que, en reconocimiento de su trabajo, la fecha de su nacimiento fue declarada Día del Lector, ya que el propio Borges decía que se consideraba más un lector que escritor. La ley fue sancionada el 27 de junio de 2012 y promueve la realización de actividades de divulgación de la lectura.