Organizada por la ONG “Mucho por vivir” la actividad busca poner en agenda el tema de la salud mental y la prevención por parte del Estado, a quien le reclamarán guardias de salud mental las 24 horas.
RIO GRANDE.- La Asociación “Mucho por Vivir” dedicada a la prevención del suicidio, está convocando a la población a marchar por la vida el próximo domingo 15 de septiembre hasta el Puente Mosconi. El objeto es visibilizar esta problemática que en nuestra provincia ocupa el cuarto lugar entre las afecciones más comunes que pueden causar la muerte y son vigiladas por el sistema de salud pública.
Marcela Leal, presidente de la asociación, indicó que “esta marcha la venimos haciendo desde hace tres años pidiendo por la salud mental y diciendo que el suicidio se puede prevenir. Será en conjunto con la asociación Punto y Coma de Buenos Aires y otras ONG de distintos lugares del país para visibilizar esta problemática que puede evitarse a través de los diferentes dispositivos que tenemos en la provincia y el país”.
La marcha partirá desde la Plaza Almirante Brown hasta el puente General Mosconi donde se instalarán QR con frases de esperanza. Luego, el domingo 28 a las 14:00 vamos a tener una tarde de prevención en la Plaza de los 100 años, con música y artistas locales.
Con respecto a la prevención del suicidio, Marcela Leal sostiene que “todos deberíamos ponernos esta bandera y decir que la vida es bella y que hay mucho por vivir porque realmente si hay vida, hay esperanza. Lamentablemente las personas que están atravesando la depresión, no encuentran una salida, ven todo negro y muchos llegan a quitarse la vida”.
Durante la entrevista, ella valoró que en los últimos años el Municipio de Río Grande haya creado espacios para afrontar esta problemática y multiplicado los recursos para ello y que el Gobierno provincial esté intentando el mismo camino. No obstante destacó que en la marcha, “Vamos a presentar un petitorio al Gobernador para pedirle las guardias de salud mental las 24 horas. Acá en el HRRG las guardias de salud mental son hasta las 18:00 y una persona en crisis no puede esperar”, afirmó.
Escuchar y acompañar
Para prevenir, “Mucho por Vivir” ofrece talleres y charlas en las escuelas donde los convocan. “Los docentes ven situaciones y nos proponen dar un taller de prevención, o de autoestima para que los chicos sepan que hay lugares a donde pueden acudir”.
Hace tres años, Marcela perdió a uno de sus 8 hijos que decidió quitarse la vida. A partir de ese hecho trágico, transformó el dolor en amor y se capacitó para acompañar a otros jóvenes. Es operadora en crisis y desde 2021 trabaja junto a otras personas en Casa de Jóvenes, con los grupos de acompañamiento. También acompaña a padres de todos del país que están atravesando la pérdida de un hijo.
“Los días lunes tenemos un grupo de acompañamiento de escucha activa y nos dicen las cosas que les pasa. Vienen personas que están atravesando depresión, ataques de pánico , ansiedad y muchos con intentos de suicidio. Abordamos esas problemáticas y los acompañamos. También hay una psicóloga y una asistente social. Estamos para acompañar a las personas que están pasándola mal y que sabe que esa crisis es temporal. Si en ese tiempo encuentra una persona que la escucha y empatiza con ella, esa crisis pasa”, afirma.
“Los días jueves también en Casa de jóvenes de 17 a 19 hs estamos con los grupos de acompañamiento para adolescentes y jóvenes y los días miércoles de 14 a 16, estamos acompañando a la gente que está privada de la libertad”, detalla.
“Yo me podía haber quedado en una cama llorando mi pérdida y sin embargo no lo hice porque entendí que hay muchas personas que la está pasando mal y necesitan ser escuchadas. El dolor de la persona es importante y no se debe poner en juicio lo que sienten. Hay que tener empatía, ponerse en el lugar del otro. Cuando nos pasó a nosotros, no tuvimos a nadie que nos haya acompañado. Hubo que estar con esos 7 hijos que me quedaron, contenerlos y escucharlos y acompañarlos, lo mismo que a mí y a mi esposo. El mismo día que enterré a mi hijo, nació Mucho por Vivir en mi corazón”.
Y agrega “Llevamos más de 100 chicos que se quitaron la vida y nos preguntamos, qué estamos haciendo como sociedad? ¿Seguimos mirando al costado?”
“La salud mental tiene que estar en agenda porque lo importante es la vida, los chicos son importantes, que un adulto es importante. No hay nada más satisfactorio que poder haber ayudado a salir de la cama a una persona que estaba con una depresión crónica, y que te dice que no ve la hora de que llegue el lunes para poder darte un abrazo. En cuatro años, nuestro grupo de acompañamiento ni una sola persona perdió. Al contrario, logramos acompañarlas y ayudarlas a salir de la depresión”, dice con entusiasmo.
Entre las personas que se acercan buscando ayuda, hay casos de baja autoestima, falta de compañía, de amor, de escucha. “Estamos viendo muchas personas que están sin trabajo y esta situación los afecta mucho, igual que la economía en la familia. Se deprimen porque se sienten que están en riesgo. Hace poco también empezamos a ver casos en Ushuaia de policías que estaban durmiendo en el hospital porque no tenían donde vivir, por el costo de los alquileres y lo que ganan no les alcanza para vivir. También cuando las personas están en un proceso de cambio de identidad, sufren mucho y necesitan acompañamiento”.
En este sentido detalló que “hoy en día las familias están muy ocupadas con el trabajo y los chicos necesitan ser contenidos y escuchados. Es necesario el tiempo de calidad de los padres para acompañar a los hijos en sus procesos. Compartir un mate con ellos, apagando la tele y ofrecerles el oído. Los adolescentes no quieren escucharnos. A veces nos aman y a veces nos odian. Pero siempre está esperando un abrazo y una palabra de afecto. Hay que respetar sus tiempos. A veces quieren hablar, a veces no. Pero cuando quieren hablar, hay que escucharlos dejando el celular de lado para conectar con ellos”.
Además recordó la importancia de cuidarnos unos a otros. “Una persona que se aisla, que deja de hacer deportes, que empieza a regalar sus cosas, está dando señales de alerta y es importante estar presentes para ellos y poner a disposición el oído para escucharlos y no para juzgar”.