Huracán ganó, se consagró campeón y dejó a River golpeado

BUENOS AIRES (NA).- Huracán pegó en el momento justo, se hizo fuerte en defensa, y se consagró campeón de la Supercopa Argentina, tras superar anoche por 1 a 0 a River, en la final disputada en el estadio Bicentenario de San Juan.

El chileno Edson Puch, a los 21 minutos del primer tiempo, anotó el tanto de la victoria del elenco de Parque Patricios.

El Globo tuvo festejo doble en la noche sanjuanina, ya que la consagración le permitirá jugar la Copa Sudamericana en el segundo semestre de este año.

River, que fue una sombra en el primer tiempo y mostró reacción en el segundo, sufrió una derrota inesperada.

En cuanto al partido, Huracán manejó los tiempos en el primer tiempo, con firmeza en defensa y aprovechando llamativas distracciones defensivas de River en la última línea.

En el complemento el Globo se metió atrás, River lo asedió y lo llenó de centros, pero se topó con una gran actuación del arquero Díaz, que cerró su arco y fue la figura de la noche.

River empezó mejor el partido y en apenas seis minutos tuvo dos aproximaciones peligrosas, un derechazo de Sánchez, que salió apenas por arriba, y un zurdazo de Rojas, que se desvió en Villarruel y casi descoloca al arquero Díaz.

Esa ráfaga inicial millonaria se diluyó rápidamente, Huracán se afirmó en defensa y encontró su juego en los pases largos a Ábila, quien aguantaba a los centrales rivales, y con Puch y Espinoza desbordando por las bandas.

A los 21 minutos llegó el gol: Toranzo puso un pase a espaldas de Vangioni, Espinoza encaró a Funes Mori, lanzó el centro atrás, la pelota se desvió en Kranevitter y cayó justo para Puch, que definió con un tiro rasante.

Si bien los Millonarios no tenían su mejor noche, el dominio territorial y los innumerables centros al área del agazapado Huracán dejaban la sensación de que el empate era inminente.

A los 31′, el uruguayo Mora se hizo cargo de un tiro libre y obligó a Díaz a volar y manotear la pelota por sobre el travesaño para evitar la igualdad.

Cuando se jugaban 41 minutos, Díaz se lució y tuvo la atajada de la noche, volando sobre su palo derecho para evitar que un cabezazo a quemarropa de Mora sea gol.

De ese tiro de esquina, el arquero del Globo volvió a destacarse, poniendo la mano para ahogar el grito de gol de Cavenaghi, tras el centro de Pity Martínez.

Así transcurrieron los últimos minutos, con Huracán defendiendo con uñas y dientes la exigua ventaja, que con el pitazo final le permitió desatar el grito de campeón.

El Globo se dio un gustazo en San Juan y sumó otro título a su vitrina.
El Globo se dio un gustazo en San Juan y sumó otro título a su vitrina.