RIO GRANDE.- A lo largo de dos días, miércoles y jueves, tres representantes del club Vélez Sársfield visitaron esta ciudad con el propósito de ver en acción las cualidades de los jugadores menores de Río Grande con el fin de poder llevar a algunos de ellos a una nueva prueba en el Polideportivo que posee la escuadra velezana en el predio de Liniers.
Organizado por el Club Progreso y con los contactos de Cocol Gómez, reconocido dirigente ushuaiense, Pedro Larraquy, Emiliano Gallo y Ariel Cabrera fueron los tres responsables de observar a chicos de las categorías 2004 a la 2000.
Durante los dos días, el trabajo de los hombres de Buenos Aires fue ver cómo jugaban los chicos seleccionados por el Club Progreso y por el grupo de trabajo que ayudó a escoger a todos los jugadores que se ganaron la oportunidad de realizar las pruebas.
Vale recordar que dos semanas antes que llegue la gente de Vélez, en esta ciudad fueron probando a todo chico que se acercó a la cancha de césped sintético para ganarse un lugar en las distintas preselecciones, y una vez que la gente de Ramiro Paredes dio a conocer los listados definitivos, trabajaron con ellos un par de días previo a la llegada de Larraquy y compañía.
Luego a lo largo de los dos días, las prácticas se extendieron por más de tres horas en cada uno de los turnos y tras los mismos, los responsables de Vélez eligieron a dos jugadores para que próximamente viajen a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ellos son dos chicos de la categoría 2001, Iván Muñoz de la localidad de Tolhuin, y Taiel Cheuquel del Club Progreso, mientras que seguirán la evolución de un chico 2004, Maximiliano Aguilar, jugador libre, sin club aún.
Dialogando con representantes de Vélez, ellos comentaron que a lo largo de una temporada, observan alrededor de 12.000 jugadores por todo el país, y que solo cinco o seis quedan en las inferiores de un club modelo en la organización infantil, donde son una de las instituciones modelo en cuanto a divisiones formativas, por ello es sumamente difícil que un chico pueda llegar a defender la Ve azulada, tal es el caso del riograndense Agustín Dávoli quien en estos momentos es integrante de la séptima divisional del club.
En una breve charla con Larraquy, coordinador de las Divisiones Infantiles de Vélez, éste comentó a El Sureño lo que vivió a lo largo de estos dos días: “La verdad que me llevé una grata sorpresa con la organización, todo muy bien planeado que es lo que nosotros buscamos, le damos mucha importancia a la organización para que nos puedan facilitar el trabajo; el hecho que no haya tantos chicos para ver es fundamental para nosotros ya que se nos pierden muchos jugadores con talento porque no pueden mostrarse de la mejor forma, siempre que hay muchos partidos los mejores se nos pierden, por ello el trabajo que ha realizado la gente de Río Grande ha sido fundamental y nos llenó de alegría a nosotros poder trabajar de esta manera. Más allá que nos separan más de 3.000 kilómetros si nos organizamos sabemos que se puede hacer algo con algunos valores locales, ya en carpeta tenemos un par de chicos que los vamos a llevar a Buenos Aires para seguir observándolos”.
– Nuestros chicos salen en su mayoría del fútbol de salón, ¿tardan mucho en amoldarse a lo que ustedes pretenden?
– De ninguna manera, tranquilamente es el mismo tiempo que nosotros tardamos en acomodar a un chico del norte del país que está más acostumbrado a jugar en cancha grande, nuestro cálculo es que de seis mese a un año un chicos del interior tarda en adaptarse ciento por ciento a lo que vienen trabajando los chicos de Capital Federal.
– ¿Hay planes de volver en algún momento?
– Por supuesto, la idea nuestra es venir todos los años, tratar que quede todo programado en nuestro organigrama anual, de venir tanto a Ushuaia como a Río Grande ya que disfrutamos de ver a los chicos, y además saludar a toda la gente de Tierra del Fuego que tan bien nos trató, fueron muy hospitalarios con nosotros.
