MADRID (AFP).– El Atlético de Madrid eliminó ayer al Barcelona al derrotar al vigente campeón europeo por 2-0 (3-2 en el global de la eliminatoria) y se clasificó para semifinales de la Champions.
Ante un Barcelona desconocido, en el que la delantera formada por Messi-Suárez-Neymar pasó desapercibida, el francés Antoine Griezmann se convirtió en el héroe rojiblanco al anotar los dos goles de su equipo (36 y 88, de penal).
El Barcelona, muy lento, apenas podía contener el ímpetu rojiblanco. Pasados los primeros 10 minutos, el juego se igualó, aunque los azulgranas, incomprensiblemente, parecían renunciar a acercarse al área rival.
El premio al mejor juego del Atlético llegó poco después, en una mala salida de Jordi Alba, Gabi robó el balón, pasó a Saúl, que centró con el exterior y Griezmann se elevó en el primer palo para poner en ventaja a los madrileños (36).
Premio al esfuerzo
El brasileño Neymar, uno de los puntales ofensivos de los catalanes, apareció poco antes del descanso para disparar con rosca un balón bien colocado, pero que detuvo sin excesivos problemas Oblak (42).
Un centro de Alba que no encontró destinatario fue la primera gran ocasión de peligro del Barcelona (60).
Sólo Suárez
El uruguayo Luis Suárez le ganó la partida a su compatriota Diego Godín en el cuerpo a cuerpo, pero su remate lo detuvo Oblak, en momentos en los que el gol azulgrana parecía al caer
(67).
Sin embargo, el Atlético supo llevar el partido a donde más le convenía en los últimos minutos: piques entre jugadores, pérdidas de tiempo y, sobre todo, muy poco fútbol para impedir que el Barça siguiera asediando el arco local.
En el cierre, el Atlético defendió en su propio área, pero solo Suárez, con otro remate en el 83 que detuvo Oblak, respondió a los que se esperaba del tridente ofensivo.
Con el Barça lanzado, el Atlético sentenció a la contra. Iniesta detuvo con la mano un pase de Filipe Luis y Griezmann marcó el segundo con un disparo muy ajustado (88).
El Barcelona aún tuvo ocasión de forzar la prórroga, en una falta en la frontal por una mano de Gabi que el árbitro sacó fuera del área. Pero Messi, culminando una mala actuación, disparó muy desviado (90+3).