El Poder Ejecutivo había establecido, a través de una resolución de Senasa, el fin de esas restricciones tras 24 años de vigencia. Habrá un plazo de negociación luego de los reclamos de las provincias. La medida sería por 90 días.
BUENOS AIRES.- Sucedió luego de que las provincias patagónicas pusieran el grito en el cielo ante esta decisión, porque pierden así su status de zonas libres de aftosa sin vacunación, entrando en riesgo -según su interpretación- de perder mercados.
“Hizo mucho ruido la medida y están replanteando plazos”, reconoció una fuente del órgano de control sanitario.

Por ahora solo se ha dado a conocer esta información y se espera que en las próximas horas el Senasa oficialice la prórroga a través de un comunicado y luego la publicación de una nueva resolución en el Boletín Oficial.
Rechazo patagónico
Desde las entidades, en sus representaciones del Sur, manifestaron su estado de alerta por lo que hubiera implicado un virtual riesgo permanente de no poder exportar la producción.
Tierra del Fuego
“Hay que nivelar para arriba, no para abajo”, apuntó Lucila Apolinaire, desde la Asociación Rural de Tierra del Fuego.
El caso de la Isla reviste un peligro comercial aún mayor: dada la ubicación, el traslado de la hacienda debe hacerse habitualmente vía Chile para luego volver a ingresar a la Argentina.
“Y si se diera el caso de una aparición de aftosa u otra enfermedad, aunque sea a miles de kilómetros de distancia, nos quedaríamos con los animales en Tierra del Fuego del lado argentino, sin poder salir de aquí porque Chile no aceptaría ese tránsito”, planteó la dirigente.
La voz de las gobernaciones
Para Río Negro la decisión significa “un claro retroceso en las políticas de cuidado sanitario de Río Negro y toda la región patagónica”.
“Nuestro país necesita avanzar en sus status sanitarios no retroceder. Las demás regiones del país deberían sumarse a la zona libre de aftosa sin vacunación y no obligarnos a nosotros a retroceder luego del esfuerzo de estos 20 años”, sostuvo el gobernador Alberto Weretilneck.
“Si no hay riesgos en materia de aftosa, que el Senasa asuma la responsabilidad, que se deje de vacunar y unifique el status sanitario, pero claramente no lo van a hacer. Hoy, con esta medida, están poniendo en riesgo el único diferencial que tiene Argentina ante los mercados internacionales”, enfatizó.
Santa Cruz y Neuquén, a su vez, habían elegido el camino de la presentación de un recurso de amparo en la Justicia. Y lo mismo comunicó Chubut a través de su ministra de Producción, Laura Mirantes.
“Obviamente La Pampa estuvo contenta porque venía peleando por esta apertura, por este ingreso de carne con hueso, pero no así las provincias de Santa Cruz, de Neuquén y obviamente nosotros”, sostuvo y sumó: “los gobernadores van a hacer una presentación de amparo”.
Y cerró con una frase contundente: “Tuvimos el primer CFA en la provincia del Chubut con la presencia de Nación y enterarnos hoy por un portal nacional lo considero como una falta de respeto“.
“Nos habían dicho que no habría un ingreso de carne con hueso, y de repente verlo ya con una fecha pronunciada para el 1º de abril, entendemos prácticamente que roza la falta de respeto y la burla para nuestros productores”, lanzó.
Según fue presentada por el Gobierno, una de las principales razones detrás de esta medida fue la reducción de los altos precios de la carne en la Patagonia. Históricamente los precios de los cortes vacunos en la región han sido significativamente más altos que en otras partes del país debido a la oferta limitada de carne local.
En zonas como el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, el precio del asado superaba los $20.000 por kilo, mientras que en Buenos Aires se encontraba a $8.200 por kilo. Con el levantamiento de la prohibición se espera que incremente la oferta de carne en el mercado patagónico, lo que podría ayudar a reducir los precios y los costos asociados a la distribución de la carne en la región.