El proyecto “Memoria Popular del Centenario” se propone registrar un siglo de historia a través de un libro, cuya redacción demandará cinco años de trabajo. Esta ambiciosa idea comenzó su recorrido en marzo y es impulsada por vecinos que esperan, en 2021, entregar esa obra como legado a las futuras generaciones.
RIO GRANDE.- “Titánico y de largo plazo”. Así definió Ana Berbel el proyecto “Memoria Popular del Centenario”, que persigue un objetivo para el que ya existe una fecha inevitable: 11 de julio de 2021. Ese día, Río Grande cumplirá cien años de vida y su historia quedará plasmada en un libro.
En Diálogo con El Sureño, Berbel detalló que la idea surgió en marzo pasado “bajo la premisa de que el pueblo de Río Grande escriba su memoria para 2021”, señalando que este trabajo de recopilación histórica quedará plasmado en un libro de “más de 800 páginas”.
“Se trata de un proyecto autogestionado que entregaremos como legado a la ciudad, financiado exclusivamente por los riograndenses que tengan la voluntad de sumarse, ya que no será producida ni financiada por ninguna institución estatal o privada”, detalló Any -como prefiere que la llamen- imaginando que el libro se entregará en 2021 en una ceremonia “a quien sea el Intendente o Intendenta en ese momento”.
Berbel sostuvo que para resumir un siglo de vida de la ciudad “tienen que intervenir muchos colaboradores de la comunidad”, mencionando que en el marco del proyecto “decidimos reunirnos una vez por mes en diferentes lugares emblemáticos de Río Grande”.
“Durante estos dos primeros meses hemos trazado los ejes de trabajo y de acuerdo a esto se van irán presentando vecinos o especialistas con afinidades en distintos aspectos de la historia, porque no a todos nos interesan los mismos temas”, señaló.
El primer encuentro se realizó en el Club San Martín, donde se establecieron los ejes de un trabajo y se decidió conformar grupos de trabajo según distintos ejes temáticos.
El segundo encuentro, fue en abril y se llevó a cabo en La Oveja Negra, y permitió no sólo delinear esos grupos de trabajo sino también organizar encuentros culturales o recreativos que permitan el encuentro de la comunidad en torno a su historia en común.
Un ejemplo de ello resultó la charla organizada el viernes último en la Biblioteca Popular “Eduardo Schmidt”, sobre el caso del polaco Emil Slatynski, nombrado ciudadano ilustre post mortem de Río Grande (Ver Recuadro).
Durante estas actividades, los impulsores del proyecto presentarán a la comunidad los avances de los grupos de trabajo.
Cinco años
“La Memoria Popular del Centenario” demandará cinco años de trabajo, por lo que hasta 2021 “estipulamos que vamos a mantener más de 50 reuniones, a razón de un encuentro por mes” indicó Berbel, entendiendo que “en este largo proceso se van a ir sumando muchas personas que tienen intereses o afinidad con la historia y van a aportar algo de sí para esa memoria popular”.
En ese sentido, para esta riograndense al frente de la iniciativa “el proyecto resulta ambicioso y titánico, pero lo consideramos fundamental porque creemos que en nuestra comunidad, que como sabemos es multicultural, existe mucho desconocimiento sobre la historia de nuestro pueblo, de modo que nos proponemos llenar un poco ese vacío”.
“En estos tiempos en que todo es rápido y fugaz, estamos iniciando un proyecto que concluirá dentro de cinco años, vamos a tener que trabajar duro pero el deseo es legarle la historia popular a nuestro pueblo, a nuestros hijos y nietos”, aseguró.
Berbel señaló que al momento de emprender este desafío “tratamos de que no estén ausentes los aspectos más relevantes de la historia de Río Grande”, remarcando que “incluso nuestra historia como pueblo comenzó mucho antes de 1921”.
“Es una tarea ardua y se trata de un enorme desafío, pero tenemos mucha voluntad y fuerza; y eso es lo que deseamos aportar muchos riograndenses, por lo que el proyecto está abierto a todo el público y no sólo a los aficionados a la historia”, concluyó.
EMIL SLATYNSKI
El militar polaco y ciudadano ilustre de Río Grande
RIO GRANDE.- Promediaba 1949 cuando el polaco Emil Slatynski (1897-1955), de unos 50 años con gesto adusto y cansado y varias guerras en sus espaldas, llegó a Tierra del Fuego -ese fin del mundo aún no explorado por extranjeros- con única compañía de dos perros y una historia que de a poco sería revelada, sobre todo en los próximos días cuando refloten sus hazañas en una serie de encuentros con motivo del centenario de Río Grande.
En una Europa que aún no se recuperaba de la sangría de la Segunda Guerra Mundial y bajo un sistema comunista en Polonia con el que no comulgaba, Emil -un condecorado militar- siguió a un conocido que ya tenía un contrato para proveerle maderas a los ferrocarriles argentinos. Sin mujer ni hijos, el polaco se instaló en Río Grande y abrió un próspero aserradero.
Pocos años después murió. Fue enterrado allí como un poblador más y olvidado por medio siglo hasta 2010, cuando Ana y Roberto Berber, hermanos fueguinos, encontraron en ese antiguo aserradero un álbum de fotos del polaco. Rastrearon su identidad, su vida y buscaron al traductor y especialista en historia militar de Polonia, Andrés Chowanczak, para que los ayude a desanudar a este misterioso personaje.
«Por una casualidad, su sobrino nieto, Bartosz Slatynski, que estaba escribiendo un libro sobre su tío, se comunica con los Berbel, que le mandan este álbum. Cuando sale el libro, Slatynski le envía un ejemplar a los fueguinos que se interesan en la historia y localizan la tumba del teniente coronel, que iba a a ser exhumada de oficio en poco tiempo», contó Chowanczak a Télam.
Finalmente, en 2013, los Berbel «presentan la historia de hazañas militares de Emil en el Consejo Deliberante de la ciudad y lo declaran ciudadano ilustre post mortem», dijo Chowanczak, que disertó el último viernes para contar la trama polaca en un encuentro en Río Grande.