RIO GRANDE.- La fiesta clandestina se realizaba en una vivienda particular, ubicada en calle Santa Cruz 531 en barrio Mutual, donde se cobraba una entrada que iba de 150 a 300 pesos. En el lugar había presencia de menores y se detectó consumo de bebidas alcohólicas. José Díaz, director de Inspección General del Municipio de esta ciudad, indicó que la intervención se realizó tras la denuncia del padre de una menor quien participaba de la fiesta, aconsejando que otros padres hagan lo mismo cuando se enteren de este tipo de eventos irregulares.
A partir de una denuncia realizada por un padre de una menor, el Municipio de Río Grande a través de su cuerpo de inspectores de la Dirección de Comercio procedió al desalojo de una fiesta clandestina en la calle Santa Cruz del Barrio Mutual, de la cual participaban más de 150 jóvenes menores de edad y donde se constató un alto consumo de alcohol.
El titular de la Dirección de Inspección General, José Díaz, explicó que “a partir de la denuncia solicitamos la colaboración de la comisaría Tercera, y pudimos constatar esta fiesta en una casa particular, es decir un lugar no habilitado y con ninguna medida de seguridad apropiada para el cuidado de los chicos que estaban dentro. No había puertas de emergencia y los chicos colmaban el lugar superando todos los límites mínimos de seguridad que son necesarios para este tipo de eventos”.
El funcionario indicó además que, “se constató un alto consumo de alcohol, menores de muy corta edad entre 13 y 15 años, chicas disfrazadas y presencia de mayores de edad en el mismo sitio”, y subrayó que “se habrían vendido entradas con un costo entre 150 y 300 pesos para participar de la fiesta, con la promesa de canilla libre de alcohol”.
Díaz informó que se procedió al desalojo del lugar, se labraron las actas de infracción correspondientes y se recomendó a los padres “estar muy atentos a este tipo de fiestas que son muy peligrosas para los jóvenes, para prevenir que se produzca cualquier accidente o situación de gravedad”.