Gremios repudiaron la iniciativa oficial

BUENOS AIRES (NA).- Gremios docentes salieron a rechazar la iniciativa que lanzó el gobierno de Mauricio Macri que busca evaluar a docentes, alumnos y escuelas, y acusaron a las autoridades nacionales de querer «mercantilizar la educación».

Al fundamentar su rechazo al plan «Compromiso por la educación» anunciado por el presidente en el Centro Cultural Kirchner, los sindicatos afirmaron que las «pruebas estandarizadas» son un «gran negocio de las empresas evaluadoras», y que tienen como objetivo el «vaciamiento de la educación pública».

La secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), Sonia Alesso, remarcó que «la evaluación ya existe» y «la realizan los docentes».

Al respecto, sostuvo que el proyecto impulsado por el Gobierno es «algo distinto», que apunta a la «mercantilización de la educación» y no a «mejorar la calidad educativa».

«Las pruebas estandarizadas son un gran negocio de las empresas evaluadoras. No piensan en mejorar la calidad educativa. Están pensando en la mercantilización de la educación», expresó en declaraciones a NA.

En la misma línea, el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Eduardo López, destacó que «la evaluación es permanente en el sistema educativo» y que «no hay educación sin evaluación».

«Lo que nos preocupa es que quieren mercantilizar la educación, no solo afectando a los docentes sino también a los alumnos», consideró el líder gremial en declaraciones a NA.

Por su parte, el secretario general de Ademys, Jorge Adaro, subrayó que la posición de su gremio es de «absoluto repudio», y advirtió que la implementación de «pruebas estandarizadas» tiene como finalidad realizar un «ranking de escuelas» que terminará profundizando la división entre «escuelas para ricos» y «escuelas para pobres».

«Rechazamos este tipo de evaluaciones porque son estandarizadas. Es una misma prueba que se le toma a los niños sin atender el proceso pedagógico que se le hace en la escuela ni las condiciones sociales en las que se desenvuelve. Son evaluaciones que no persiguen ningún objetivo de carácter pedagógico», señaló.