La Policía Provincial sufre el flagelo de la inseguridad en carne propia, esta vez con dos efectivos que sufrieron sendos robos en sus viviendas. Los ladrones se llevaron exclusivamente las armas reglamentarias, cargadores y munición. Los allanamientos para recuperarlas fueron infructuosos.
RIO GRANDE.- La ola de robos continúa sin tregua y esta vez los propios efectivos fueron víctimas. Tal el caso de dos suboficiales, un masculino y un femenino, que viven a pocas casas entre sí, en jurisdicción de la comisaría Segunda del barrio Intevu.
El fin de semana pasado los efectivos sufrieron el ingreso de malvivientes a sus casas, los cuales increíblemente no tocaron otro elemento de valor más allá de las armas reglamentarias.
Validos de las pistolas calibre 9 milímetros, los delincuentes escaparon ahora con gran poder de fuego en sus manos, lo que genera gran inquietud en las autoridades.
Tras esto, la preocupación se concentró en lograr órdenes de allanamiento en cuatro domicilios particulares vinculados a conocidos malvivientes, pero los mismos resultaron negativos en el tren de poder dar con el paradero de las armas.