El funcionario rechazó que haber sido CEO de la petrolera Shell suponga una incompatibilidad con su cargo actual y dijo que la suba del gas fue «legal».
BUENOS AIRES (NA).- En un tenso y largo debate en la Cámara de Diputados, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, defendió ayer la «gradual» suba de la tarifa del gas sin llamar a audiencia pública, y se cruzó con el bloque del FPV, al advertir que durante el kirchnerismo la Argentina «pasó de tener energía exportable, abundante y barata, a escasa, importada y cara».
El funcionario aclaró que con los ajustes solo «se pudo recuperar el 30% de lo que es el costo de generar energía. El 70% sigue estando subsidiado», al exponer ante un plenario de comisiones en el que la ausencia más notoria fue la del diputado, exministro de Planificación y presidente de la Comisión de Energía, Julio De Vido.
Aranguren rechazó que haber sido CEO de la petrolera Shell suponga una incompatibilidad con su cargo actual y dijo que la suba del gas fue «legal».
«Como la única verdad es la realidad, la realidad es que nosotros hemos recibido un país que en estos últimos 12 años pasó de tener energía exportable, abundante y barata a escasa, importada y cara», afirmó el funcionario, quien tras parafrasear a Juan Domingo Perón recibió aplausos irónicos de diputados de extracción justicialista.
Aranguren señaló que su gestión arrancó en el «marco de un atraso tarifario tanto en gas natural como en electricidad», y para eso señaló que en los últimos 12 años «el crecimiento del tipo de cambio fue de alrededor de 1.040%, la inflación acumulada oficial, del 1.400%, y el índice de salarios subió 1.670%», mientras que las tarifas no acompañaron tales aumentos.
«Para Capital Federal y Gran Buenos Aires, el aumento fue del 40% en todo ese período para la factura eléctrica. Y en el gas natural, la facturas en todo el país aumentaron menos del 200%. Y esto se dio también en un escenario en el que hubo una clara discriminación del interior sobre Capital Federal y Gran Buenos Aires», afirmó el ministro de Energía.
Rechazó que los aumentos hayan sido un «shock», como denuncia la oposición, señaló que estos se hicieron «de la forma más gradual que permitía la grave herencia recibida en el frente energético» y advirtió que «la Argentina no puede repetir el pasado».
Aclaró también que «no hay un aumento del 400%», porque esto es «un tope y un techo que se negoció», por lo cual es incorrecto decir que «a todo el mundo le aumentó el 400%» el gas.
En el Gobierno, según pudo saber NA, esperan un fallo favorable al aumento de la tarifa del gas por parte de la Corte Suprema de Justicia, porque consideran que el fallo del tribunal platense que lo frenó se produjo antes de empezar a aplicarse el tope de suba del 400% dispuesto por el Ministerio de Energía.
Consultado sobre qué hará el Gobierno en el caso de que la Corte falle en contra, Aranguren respondió que «habrá un plan b», pero garantizó que «el servicio público se seguirá prestando, porque a nadie se le ha cortado el servicio en función del no pago».