BUENOS AIRES (NA).– Ratificando su estirpe copera de los últimos tiempos y con varios puntos altos en el equipo, River se consagró anoche bicampeón de la Recopa Sudamericana al vencer como local por 2 a 1 a Independiente Santa Fe de Bogotá en el estadio Monumental.
El Millonario madrugó en el marcador con gol de Sebastián Driussi, a los 3 minutos del primer tiempo, después de un muy buen centro de Gonzalo “Pity” Martínez. Al inicio del complemento, Lucas Alario amplió la diferencia, de cabeza y a los 5 minutos.
En tanto, Horacio Salaberry, también de cabeza, descontó a los 19 del mismo período para el conjunto dirigido por el argentino Gustavo Costas.
El elenco de Núñez, que en la ida había empatado 0 a 0 en Colombia, sumó su décimo título internacional.
River fue muy superior en la primera parte del partido, pero no logró mantener el nivel en la segunda.
Para la polémica quedaron los dos penales que el árbitro peruano Víctor Hugo Carrillo no le cobró al equipo colombiano.
River fue amo y señor de la primera mitad, donde se observó una amplia diferencia de dinámica entre el local y el visitante. El equipo de Marcelo Gallardo manejó la pelota con mucha facilidad ante un adversario que no lo presionó.
Hay que contextualizar que el local tuvo a favor haber podido convertir de entrada y jugar con mayor tranquilidad después de una “avivada”. Luego de una falta, Nacho Fernández jugó rápido el balón, la tomó Pity Martínez, que metió un centro para que Driussi la empuje.
Con el resultado a su favor, River mostró tranquilidad para manejar el trámite con varios puntos altos en todas sus líneas.
Por ejemplo, el paraguayo Moreira, que con sus proyecciones fue una opción constante para atacar por derecha o el propio Martínez, de gambeta desequilibrante en el mano a mano.
Además, en la delantera, Alario y Driussi estuvieron movedizos, supieron pivotear y tirarse atrás para participar del circuito ofensivo.
Independiente, por su parte, no logró nunca ser profundo y sólo exigió a Batalla con un remate desde afuera del área de Gordillo.
En el segundo tiempo, el visitante cambió de actitud y abandonó la pasividad que venía exhibiendo.
Bastante tuvo que ver el ingreso de Kevin Salazar por Omar Pérez, de muy floja actuación durante toda la serie.
Sin embargo, otro gol madrugador parecía sentenciar la historia: en una jugada preparada de córner, D´Alessandro metió un buen centro, Maidana se la bajó a Alario y el delantero cabeceó al gol.
Lo que podría haber sido un golpe de nocaut terminó regenerando al visitante, que con más coraje que recursos, fue en busca del descuento. Y lo logró de pelota parada: Salaberry convirtió después que un compañero le bajara el balón de cabeza.
Sin la lucidez mostrada en la primera etapa, River siguió exhibiendo a un interesante Martínez en ofensiva, pero creció Leonardo Ponzio a la hora de marcar.
El Pity tuvo dos chances netas para convertir hasta que fue reemplazado por Mora: uno de sus tiros se fue apenas desviado y el otro dio en el travesaño.