SAN CARLOS DE BARILOCHE (NA).- Las cenizas del volcán Calbuco activaron una alarma entre los intendentes y empresarios de la cordillera patagónica, que observan cómo los turistas deciden postergar o cancelar sus vacaciones invernales en esa región.
La incertidumbre sobre nuevas erupciones en el volcán chileno, a poco más de un mes de la apertura de la temporada invernal, que comienza el próximo 20 de julio, generó la caída de reservas tanto en Argentina como en Brasil y Chile.
Los empresarios locales no pueden desconocer la caída de las reservas en momentos en los que los medios chilenos informan sobre posibles nuevas erupciones del Calbuco, ubicado a poco más de 100 kilómetros de distancia.
Las reservas hoteleras «se plancharon», según admitieron funcionarios del sector, y los factores que pueden «salvar la temporada» en lo que queda de mayo son dos: una buena cantidad de nieve en los cerros y el funcionamiento pleno de los aeropuertos locales para recibir los vuelos desde Brasil.
El operativo de las autoridades locales consiste, en primera instancia, en limpiar las calles, las zonas comerciales y los espacios públicos; y para ello cuentan con el apoyo de los vecinos, los organismos de Defensa Civil e incluso de los oficiales de la policía local.
Mientras las ciudades se ponen «lindas», los intendentes y empresarios piden ayuda a las autoridades nacionales para preparar promociones especiales a los turistas que lleguen en las próximas semanas.
En ese sentido el ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer, se reunió con los funcionarios de Turismo de los municipios de Bariloche, San Martín de los Andes y Villa La Angostura para redoblar esfuerzos y apuntalar la difusión de esos destinos turísticos más allá de posibles nuevas erupciones del Calbuco.
El secretario de Turismo de Bariloche, Fabián Szewczuk, indicó que en los próximos días llegarán a la zona «los principales medios de comunicación» de Brasil, Chile y la Argentina para «que visiten la ciudad y sus servicios turísticos».
Además, se reforzarán las campañas publicitarias que el Ente Mixto de Promoción Turística (Emprotur) ya realiza en Rosario y en Brasil, y se distribuirá material promocional en los móviles del Ministerio que recorren la Argentina.
En Bariloche los empresarios se muestran preocupados porque «no hay repunte» en las reservas luego de las erupcions del Calbuco.
Por su parte, el hotelero Sandro Gressani dijo al diario Río Negro que «el principal problema que existe es la difusión que algunos medios de prensa porteños hicieron sobre el volcán Calbuco, ya que se dio a entender que Bariloche estaba igual que en 2011».
En tanto, Carlos Burgoa, del hotel Llao Llao, reconoció que el panorama es crítico y que debieron suspender todos los eventos corporativos programados para mayo y junio, y tampoco se compran plazas para el invierno.
«Es vital que el volcán se aplaque y además debería nevar temprano», afirmó Burgoa, y aclaró que el 75% de los huéspedes del hotel llega en forma directa y solo un 25% con agencias.
Asimismo, Margarita Stuke, representante local de la agencia mayorista brasileña Agaxtur, dijo que la campaña realizada para captar turistas hacia Bariloche sigue tal cual lo previsto, aunque «ahora hay mucha quietud».
«El turismo es un mercado dinámico y puede reactivarse rápidamente», explicó la empresaria, que indicó que la empresa desistió de los vuelos charter por este año y todos los pasajeros viajarán con Aerolíneas Argentinas, que tendrá conexión directa desde San Pablo.
En tanto, el senador rionegrino por el Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, se refirió a la reactivación del turismo en la zona afectada y aseguró que se tiene que «avanzar con medidas tendientes a asistir al sector hotelero perjudicado, ya que se registró una importante cantidad de cancelaciones en las reservas»
Por su parte la Secretaría de Turismo de San Martín de los Andes admitió que a partir de la erupción del volcán Calbuco se pierden aproximadamente 430 mil pesos diarios en consumos turísticos (hoteles, restaurantes, excursiones, y compras en general) que en este momento están paralizados por las cenizas.
La ocupación hotelera en esa ciudad neuquina que intenta deshacerse de las cenizas se mantiene en un 5%, cuando el promedio fuera de temporada es habitualmente del 29%. Mientras tanto los vecinos, ayudados por empleados municipales y miembros de distintas organizaciones civiles, continúan con el barrido de las ceniza, la limpieza de accesos y callejones, el riego de las calles y la recolección de todos los residuos de la erupción.