“El proceso séptico mata y es más frecuente que un infarto”, dice de manera contundente el Jefe Médico de la Clínica Cemep, Daniel Duarte, quien asegura que “falta mucha conciencia” sobre esta enfermedad tanto en médicos como en la comunidad. Desde una infección en una muela hasta una neumonía, pueden terminar en un proceso séptico que debe ser intervenido a tiempo.
RIO GRANDE.- Ante el avance impetuoso de virus y bacterias, el cuerpo humano saca todas sus fuerzas y trata de protegerse. La enfermedad séptica se produce cuando el cuerpo, como respuesta natural a una infección, sobrereacciona generando una inflamación generalizada que lesiona sus propios tejidos y órganos. En los casos más graves, puede provocar un fallo multiorgánico que puede conducir al fallecimiento del paciente.
El síndrome es incluso ignorado muchas veces hasta por los propios médicos, a pesar de que es la principal causa de muerte en las unidades de terapia intensiva, tanto públicas como privadas donde alcanza al 48%.
Una mujer que comienza con una infección en la piel del hueco poplíteo (hueco atrás de la rodilla) que termina con un proceso séptico, requiriendo todo un soporte o asistencia del organismo: respirador artificial, hemodiálisis, soporte con drogas para mantener la función cardiovascular. Todo eso, a causa de una infección en la piel que inicialmente era solamente era eso: una infección en la piel. Pero que se convirtió en un estado séptico.
Un pequeño que es llevado por sus padres a la guardia de un centro de salud con un cuadro respiratorio; el médico les dice que tome novalgina, vuelven al otro día y el diagnóstico es el mismo. Al tercer día, termina con respirador artificial, shock séptico y muere.
Parecen casos cotidianos que hemos oído escuchar, pero forman parte de estudios científicos. “No hay conciencia sobre el tema, ni de los médicos ni de la comunidad, y lo que queremos es crear la conciencia médica”, asegura el médico terapista y Jefe Médico de la Clínica Cemep de Río Grande, Daniel Duarte.
“La sepsis es una infección grave que puede tener cualquier persona desde que nace, desde los primeros años de vida hasta la vejez, y la puede desarrollar en cualquier circunstancia”, dice Duarte. Las causas de infección, pueden ser múltiples y variadas: “desde un corte o una herida en la piel, hasta una infección en la muela o en el páncreas, en el labio o en los pulmones”.
¿Cuándo esa infección que puede iniciarse en una herida se transforma en sepsis? “Cuando hay repercusión de otros órganos a causa del mismo proceso infeccioso, o sea que de alguna forma se disemina. Hay una respuesta inflamatoria del organismo y eso hace que comience a claudicar, a funcionar mal. Al funcionar mal empieza a funcionar mal el corazón, la presión arterial, el riñón, el pulmón y así sucesivamente”, explica el médico.
Además, hay infecciones intrahospitalarias que terminan también con esta situación, pero Duarte asegura que “la gran mayoría de los procesos sépticos vienen de la comunidad, de afuera del Hospital o Clínica”.
Falta información
«No existe conciencia en la comunidad médica ni en las autoridades sanitarias ni en la población en general sobre cómo actuar contra la sepsis, cómo tratarla ni cómo prevenirla», dijo a Crítica Sur el doctor Duarte.
“Tenés una infección en la muela, no le prestas atención y tomas antinflamatorios, no te dieron antibióticos; bueno, es muy probable que al tercer día vengas a al médico con un estado séptico”, asegura.
Desde el punto de vista médico diferentes conceptos fueron cambiando, y actualmente la definición de sépsis se achicó tanto que -según explica el especialista- ahora “se considera que un paciente que entra con una sospecha de infección más: una frecuencia respiratoria mayor de 22, alteración del estado de conciencia o tensión arterial por debajo de 90, es séptico; cualquiera de esas tres cosas en un proceso infeccioso, son pacientes sépticos hasta que se demuestre lo contrario”.
Además, hoy se sabe que el tratamiento antibiótico precoz es fundamental pero no suficiente, ya que estos pacientes requieren adicionalmente ingresar en una terapia intensiva donde los médicos intensivistas administran todo el tratamiento de soporte necesario para combatir el fallo multiorgánico provocado por la sepsis.
Concientización
Años atrás, cuando Duarte trabajaba en el Hospital Regional, se comenzó a implementar en septiembre un día especial de concientización, que luego se dejó de hacer. Ahora que se encuentra en la dirección médica del Cemep está retomando esa actividad, desde el sector privado.
“El proceso séptico mata y es más frecuente que un infarto”, dice Duarte y brinda estadísticas que alarman: “Se sabe que 48% de las patologías que entran a terapia intensiva son de origen séptico. En nuestra terapia, por ser una terapia clínico quirúrgica y con poca patología cardiovascular, se extiende al 80%. Nosotros tenemos muchos pacientes con infecciones graves como seguramente tiene el Hospital que tiene más pacientes traumáticos y coronarios, en el privado nuestra población cambia si bien estamos en la misma región”.
Sin embargo, dice que es difícil se tome la conciencia de aplicar el protocolo en todos los centros de salud. “Esa concientización que se hace en la guardia de cualquier hospital del mundo, es lo que hay que concientizar en cualquier parte de Argentina”, remarca.
La sepsis puede ocurrir en cualquier etapa de la vida. “Es muy frecuente en los neonatos, cuando nacen a veces entran en procesos sépticos porque tienen una amenaza de parto prematuro, se los saca y la mayoría de las veces esos partos son prematuros por un proceso infeccioso de la madre, que le transmite la infección al bebé y ya nacen sépticos”, agrega Duarte.
Pero es aún mucho más grave en pacientes con factores de riesgo. “En el caso de un proceso infeccioso en un diabético es una bomba de tiempo y tiene una alta mortalidad y peor pronóstico”, asegura.
Jornada Científica
Con motivo del Día Mundial de la Sepsis, ayer se desarrolló en el SUM de OSDE en Río Grande, una jornada científica donde disertó el Doctor Néstor Raimondi, Jefe de Terapia Intensiva del Hospital Fernández y vicepresidente de la Federación Ibero Panamericana de Terapia Intensiva.
La conferencia -auspiciada por la filial local de la Sociedad Argentina de Terapia Intesiva (SATI) y la Clínica Cemep- estuvo destinada a médicos y enfermeros. Se presentaron casos clínicos y nuevas definiciones. Además, un estudio que demuestra cómo aumenta un 7% la mortalidad, por cada hora que un paciente no recibe antibióticos en un proceso séptico.
“En estos casos el tratamiento es la detección temprana del proceso infeccioso: en una muela, en una herida o lo que sea. No hay forma de vacunarse contra la sepsis porque llega por un montón de causas de infecciones. Lo que sí se puede hacer, es actuar en forma rápida, eso te salva”, concluyó Duarte.