Con 75 años de edad la Hermana María Badini Confalonieri se encuentra al frente del comedor de la Capilla Virgen del Rosario, ubicado en la Margen Sur, donde asisten a más de 60 personas, grandes y pequeños, brindando alimentos, apoyo y contención a los vecinos que se encuentran en situación vulnerable.
RIO GRANDE.- La Hermana Hermana María Badini Confalonieri vive en esta ciudad hace cinco años, desde que llegó se puso al frente del comedor de la Capilla Virgen del Rosario que se encuentra en la Margen Sur. Con 75 años de edad, de nacionalidad italiana, y una larga trayectoria como Misionera en el Amazonas (Brasil); la Hermana María, asiste -junto a sus voluntarias- a más de 60 personas, niños y adultos, que se encuentran en situación vulnerable.
La Hermana María Badini Confalonieri es una mamá del corazón para muchos vecinos de la zona, brinda contención, alimento y sobre todo mucho cariño a quienes requieren de su ayuda. Ella dialogó con El Sureño y contó que «hace cinco años que estoy en esta linda capilla, pero la capilla ya tiene un recorrido de 30 años de vida, y desde chiquita -cuando era una pequeña alpina- comenzó con el comedor, porque eran muchas las necesidades de la gente que recién venía llegando a este barrio que ahora ya está reconocido, pero al inicio era mucho sacrificio».
La Hermana María también expresó que siempre hay nuevos vecinos que llegan a la ciudad y se instalan en el barrio. «Hay muchos vecinos nuevos que recién empiezan en la ciudad, y al empezar llegan realmente sin nada, en una situación muy dura y con este clima también donde todo se torna más difícil».
Apoyo a las madres y sus niños
El comedor de la Capilla Virgen del Rosario asiste a unas 20 familias, madres con 6 o 7 pequeños que necesitan alimentos; «naturalmente decimos que el comedor es para los niños, pero hay muchos que no pueden venir sin la mamá, por eso es que también las mamás se quedan, y es para ellas también apoyo; o también hay situaciones en que la mamá está amamantando o tiene algún problema de salud y que necesita un refuerzo de alimento, nosotros se lo brindamos» dijo la Hermana; destacando que «por eso también estamos muy contentos de poder ayudarlos, en total serán más de 60 personas que vienen al comedor».
Río Grande solidario
Junto a sus voluntarias, la Hermana brinda en el comedor una cena donde se ofrece una deliciosa sopa de verduras, plato principal, pan y jugo; variando todos los días de menú que es preparado por las voluntarias de la capilla. Por supuesto no sería posible preparar la cena sin los alimentos que son donados por panaderías, supermercados de la ciudad y el Municipio. «Cuando no tenemos algún alimentos salimos a pedir y siempre recibimos algo para poder cubrir las necesidades» dijo la Hermana; quien admitió además que «sabemos que es momento de crisis y se hace sentir, antes nos donaban con más facilidad, hoy en día cuesta un poco, pero nos conocen, saben dónde van las cosas, y por eso colaboran con nosotros».
La Hermana María Badini Confalonieri sostuvo que «voy a seguir con el comedor mientras tenga las fuerzas y la salud que Dios me da, estamos muy contentas de brindar este servicio que es muy necesario, hay muchos vecinos que nos socorren, todo nos sirve y es útil para poder ayudar a las familias que más lo necesitan» concluyó.