Producción y alimentación convergen en el fin del mundo

La “Ruta de la Centolla”, así se llama el corredor agroturístico más austral del planeta. Un colectivo de emprendimientos gastronómicos, turísticos y de desarrollo productivo que nuclea productores, pescadores y emprendedores.
USHUAIA (Por Lucila Maldonado).- Puerto Almanza y Punta Paraná conforman el asentamiento urbano más austral de Argentina, el mismo se halla a poco más de 70 km de la ciudad de Ushuaia, en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Allí se desarrolla la “Experiencia de una ruta agroalimentaria como estrategia agroturística”.

Las familias que habitan el lugar se dedican principalmente a la pesca artesanal, además de la extracción de centollas, centollones, mejillones, cholgas y otros moluscos del canal Beagle, y actividades de producción de frutas finas orientadas al turismo mediante ofertas gastronómicas junto a recorridas por los bosques y cascadas que conforman el paisaje.

El acercamiento entre estos productores y el INTA comenzó hacia el año 2012 con actividades de huertas de autoconsumo y propició el acompañamiento en la zona por parte de extensionistas de la Agencia de Extensión Rural Ushuaia. Tras varias reuniones, relevamientos y visitas a la zona, desde dicha agencia se inició un trabajo de revalorización de esa región en pos de contribuir al desarrollo local mediante un enfoque prospectivo y territorial.

De esta forma, se fue propiciando la conformación de un colectivo social que apuntaba a objetivos comunes socioproductivos y territoriales para la región. Es así que durante el año 2015, los productores lograron constituir un grupo a través del Programa Cambio Rural II (Innovación e Inversión) con pescadores y particulares vinculados a iniciativas gastronómicas y turísticas y fueron acompañados en este desafío por Esteban Daniels; profesional fueguino que contaba ya con experiencia en iniciativas de Turismo Rural.
Cambio Rural II

La conformación de este grupo acompaña la generación de estrategias conjuntas entre productores y pescadores que estaban pensando actividades vinculadas al turismo urbano-rural pero en forma dispersa, permitiéndoles aunar esfuerzos y alcanzar una mayor visibilidad en espacios de índole gubernamental y privado.

En cuanto al reciente trabajo, los extensionistas a cargo del proyecto se encuentran definiendo nuevas actividades para dar respuesta a la creciente demanda por parte de turistas locales e internacionales. En tal sentido, cabe destacar que se está trabajando con la recién conformada “Junta Vecinal” y diversos ministerios y secretarías provinciales en la optimización de servicios y necesidades orientadas al mejoramiento de la calidad de vida de las familias de la zona. Además, frecuentemente surgen nuevas iniciativas por parte de familias y privados que quieren sumarse al grupo y la ruta agroalimentaria.