Duran de 5 a 10 minutos. “Desconectarse de lo que se está haciendo” ayuda a mejorar la salud, bajar el estrés e incrementar el rendimiento en la rutina diaria. El 1 de diciembre el Municipio brindará un taller abierto a la comunidad.
RIO GRANDE.- Para cortar con el aburrimiento, con la rutina, con las contracturas e incluso con el mal humor, el área de Salud del Municipio de Río Grande aconseja las “pausas saludables”. Pueden durar entre 5 y 10 minutos. Y son herramientas efectivas en la lucha contra la epidemia del estrés.
Una pausa saludable consiste en un periodo de tiempo diario que se destina a “desconectarse de lo que se está haciendo” durante la jornada laboral o de ocio con el fin de buscar un bienestar físico, psicológico y social y poder luego continuar con la rutina, pero con mejor rendimiento.
María Teresa Sueldo, coordinadora de Promoción y Prevención de la Salud del Municipio de Río Grande adelantó detalles del taller que se realizará el 1 de diciembre a las 15.00.
“El día tiene 24 horas, 8 horas destinadas al trabajo, 8 horas al sueño y 8 horas deberíamos destinar al ocio. Ese ocio contempla recreación y descanso, pero resulta que en lugar de recrearnos y descansar durante 8 horas del día, vamos restándole tiempo a través de dormir menos, trabajar más y hacer un tipo de rutinas que nos va enviciando”, dijo.
Además cuando tenemos pocas horas para el ocio, muchas veces ocurre que ni descansamos ni nos recreamos. ¿Es tan importante el ocio? “Sí –remarca Sueldo- porque cuando uno aprende a descansar y recrearse es donde uno tiene el motor, la energía, la capacidad de recrearse para seguir adelante con las otras cuestiones que es justamente el trabajo y afrontar todas las obligaciones cotidianas”.
En este sentido manifestó que “en el taller vamos a brindar una sucesión de herramientas que son las pausas saludables, un formato preestablecido por el Municipio y comunidad saludable, que se viene trabajando desde que adhirió a la propuesta de Nación hace mucho tiempo”.
La coordinadora sostuvo que este formato plantea que tenemos que “aprender a frenar” lo cual es difícil porque hasta para frenar, hay que planificar.
“Tenemos que aprender a frenar nuestras rutinas, uno sin querer, para optimizar el poco tiempo que sentimos que tenemos, empezamos a rutinar nuestras tareas: vamos al trabajo por las mismas calles, nos duchamos entrando por el mismo lugar, lavamos la ropa a la misma hora y si bien eso es productivo para optimizar el poco tiempo que tenemos, por otro lado nuestras neuronas comienzan a recorrer un simple camino, siempre igual, sin estímulos, sin alertas, y por lo tanto la sconexiones dispuestas a abrirse se van cerrando”.
Las consecuencias para el cerebro son la falta de concentración, de respuesta concreta ágil a ciertas preguntas básicas. “Uno comienza a notar que es bueno en lo que hace repetidas veces pero empieza a fallar en las nuevas ocasiones”, explicó y dijo que “justamente la inteligencia se define por la capacidad y habilidad de adaptarse a nuevas situaciones.
Durante estas jornadas los asistentes van a aprender a pausar. “La pausa saludable dura 7 minutos, esa es la oferta que tenemos para las personas, entre 5 y 10 minutos de su día; de las 8 horas que debería destinar al ocio, tiene que implementar muchas cosas, pero por lo menos le pedimos una”.
Las técnicas para las pausas están a cargo de la doctora María Inés Padró, el profesor de Educación Física Fernando Toledo y Marité Sueldo con las pautas conductuales para poder organizarse.