RIO GRANDE.- El año próximo se cumplirán 35 años del conflicto de Malvinas y 10 años del inicio de la causa. Ernesto Alonso Secretario de Relaciones Institucionales del C.E.C.I.M La Plata manifestó: “Es necesario una reparación para quienes defendieron la soberanía en 1982 siendo jóvenes conscriptos, con un proceso judicial que investigue los graves hechos denunciados que no pueden quedar en la impunidad, los argentinos deben saber que paso con sus soldados en Malvinas”.
Las secuelas sufridas por los ex soldados conscriptos fueron y son, hasta el día de hoy, producto de experiencia bélica, de haber sido víctimas de graves violaciones a los Derechos Humanos, y de las sucesivas dilaciones judiciales que se traducen en nuevas vulneraciones de derechos fundamentales, como la posibilidad concreta y efectiva de acceder a la Justicia.
En los archivos se encuentran casos de soldados que, producto de los actos aberrantes cometidos contra su integridad física y psíquica, a saber: estaqueamineto, enterramiento, introducción de miembros, pies y manos en charcos de agua congelada; debieron sufrir la amputación de parte de su cuerpo debido a lo irreversible del daño causado.
Los castigos inhumanos que propiciaba la superioridad contra la tropa se realizaron, en la mayoría de los casos, por situaciones famélicas digitadas por los cuadros de mando, y padecidas por los soldados. Durante la guerra de Malvinas, las FFAA dieron más valor a la vida de una oveja que a la de un soldado. Las muertes por desnutrición así lo demuestran.