La denuncia la formuló el presidente del organismo Rubén Bahntje, y es por el presunto delito de “administración fraudulenta”. Las empleadas libraban cheques de pagos a prestadores, pero luego los terminaban cobrando ellas mismas. Críticas al desmanejo que hubo durante muchos años en la sede Buenos Aires.
USHUAIA.- Tres empleadas de la delegación que el IPAUSS tiene en Buenos Aires, con vinculación familiar al secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA Autónoma) Pablo Micheli; fueron denunciadas en sede penal por el presidente del organismo Rubén Bahntje, por el presunto delito de “administración fraudulenta”.
Las personas denunciadas son la jefa de División Elizabeth Micheli, su consuegra, Marisa Sánchez y la exresponsable de uno de los fondos permanentes de la delegación, Nadia Margaride (cuñada de Marisa Sánchez). A todas se las acusa de haber librado y cobrado cheques destinados al pago de prestadores médicos, durante el año 2014.
El Diario del Fin del Mundo difundió en su edición de este miércoles el detalle de la auditoría interna del IPAUSS que emitió el informe 2051/16 del 27 de mayo de este año, donde señaló irregularidades en la rendición de los fondos permanentes y puntualizó el caso de seis cheques que no habían sido justificados por montos que van de los 20 mil a los 5 mil pesos.
Las autoridades del IPAUSS aclaran en la denuncia que los responsables de rendir los fondos permanentes “fueron notificados en reiteradas ocasiones del incumplimiento de la rendición”, pero que sin embargo nunca ofrecieron un descargo ni una justificación adecuada.
De acuerdo a los denunciantes, los hechos consistentes en haber “extraído fondos destinados al pago de proveedores sin hacerlo ni rendir cuentas”, darían lugar al presunto delito de “administración fraudulenta, descripto en el artículo 173 inc. 7° del Código Penal”.
El paso de Sinchicay
Tras hacerse pública la denuncia que hizo Bahntje en sede penal, la directora Margarita Gallardo, representante de los jubilados en el Directorio, a quien le quedan pocas semanas para dejar el cargo, indicó que en la delegación de Buenos Aires había un manejo muy anárquico, que no respondía a las ordenes de la sede central del organismo, considerando que estaba plagada de gente de ATE Verde.
Gallardo recordó que cuando Vicente Sinchicay era presidente del IPAUSS, fue cuando comenzó a aparecer la gente de la lista verde de ATE en la delegación y que éste “se jactaba ante nosotros que de 21 empleados que había en la delegación de Capital Federal, 20 eran de él”.
Indicó que ahora todas las irregularidades pueden salir a la luz, porque el presidente del Instituto tiene mayores atribuciones que un Directorio donde no se podía avanzar en nada y que así fue que ahora se pudo comenzar a investigar todo lo que ocurre en la delegación que el IPAUSS tiene en Buenos Aires.
Gallardo recordó que muchas veces estuvo en la delegación Buenos Aires y con total impotencia podía ver que no podía resolver nada, que había gente que lo atendía con los pies sobre los escritorios y que todas las butacas de los empleados tenían la pechera de ATE Verde, lo cual “molestaba mucho a los afiliados”.
“Yo hasta en un momento me atreví a nombrar a una delegada en Capital Federal, pero tuvo que renunciar”, dijo Margarita Gallardo, para dimensionar hasta dónde llega el poder de la CTA que conduce Micheli y que contó con la colaboración de la anterior gestión de Gobierno, tanto Sinchicay como Ana Villanueva después, que nada hizo para remediar esa situación.
Hay más orden
Margarita Gallardo dijo que todo el desmanejo que hubo por años en la delegación de Capital Federal, se pudo poner en orden a partir del nombramiento de una nueva delegada que tiene mayor poder de decisión, porque tiene el total respaldo del actual presidente del IPAUSS, Rubén Bahntje.
“Ahora hay otras facultades de la Presidencia y ya es es hora que se empiece a ver otra calidad” en el funcionamiento del organismo, dijo Gallardo, considerando que se está a un paso de un hecho histórico que es la separación de los institutos.