BUENOS AIRES (NA).- El 40 por ciento del parque de equipos de producción de petróleo fue desactivado en los últimos doce meses en el megayacimiento de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta.
En un año, Neuquén perdió 56 equipos petroleros, un 40% del parque que existía hasta fines de 2015: a octubre quedaban en los campos de la región 85 torres, contra 141 que había en el mismo mes del año pasado, según datos del ministerio rionegrino de Energía.
El pico de equipos activos había sido en plena “revolución Vaca Muerta”, a mediados de 2014, cuando llegaron a estar en funcionamiento unas 160 torres, publicó este jueves el Diario Río Negro.
Pese a la enorme merma en la actividad, que afectó los niveles de producción y de perforación aunque en proporciones mucho menores de las esperadas, el impacto en puestos de empleo en los yacimientos fue muy bajo.
Aunque no existen datos oficiales de despidos por empresas productoras del sector hidrocarburífero, en el rubro creen que hubo más desvinculaciones en la plantilla administrativa que en la boca del pozo.
La explicación de ese fuelle que amortiguó el impacto social de la menor actividad fue un acuerdo entre el sindicato, YPF y algunas contratistas para seguir pagando los sueldos a los 1.700 operarios de unos 33 equipos que estuvieron en suspenso desde febrero y fueron recientemente dados de baja.
El costo de tener esos equipos en suspenso fue de unos 100 millones de dólares para la compañía que controla mayoritariamente el Estado nacional, lo que equivale a unos 10 pozos en Vaca Muerta.
A ese número hay que sumarle los aportes que hicieron algunas grandes empresas de servicios para sostener a parte de su plantel inactiva durante varios meses; en el caso de las pequeñas, fue la propia empresa nacional la que afrontó esos costos.
La caída internacional del precio del crudo afectó todos los planes: el petróleo se derrumbó a menos de la mitad del precio que se esperaba para esta época y actualmente no puede despegar de entre los 45 y los 50 dólares el barril.
Si bien hubo un barril sostén en Argentina de 60 dólares promedio, las empresas extranjeras definen sus inversiones en base a la cotización internacional, conscientes de que los parches se terminan en cualquier momento.