El fiscal Pablo Candela acusó por lesiones graves, agravando el hecho por ser cometido con arma de fuego y por tratarse de un caso de “violencia de género”. Solicitó 6 años y 6 meses de prisión para Crespi, mientras su defensa sigue sosteniendo la hipótesis de “un solo disparo” y que habría sido “accidental”.
RIO GRANDE – El proceso concluirá hoy a partir de que el Tribunal de Juicio retome las audiencias a las 11:00 para que el imputado Cristian Juan Pablo Crespi, alias “el Chino”, diga sus últimas palabras antes que los jueces pasen a deliberar el veredicto.
Ayer el tribunal receptó testimoniales de peritos médicos y los peritos de la Policía Científica, quienes dieron cuenta de la “gravedad” de las lesiones en la víctima, ante la afectación de la movilidad de un dedo, los primeros, y los segundos en referencia a la mecánica del hecho.
Los peritos concluyeron en la existencia de dos disparos, lo que tomó la fiscalía para sostener la acusación en la intencionalidad de Crespi de lesionar a su ex pareja, ante la discusión respecto de la pérdida de un embarazo por parte de la misma, con un antecedente de hechos violentos y continuos mensajes en tono amenazante.
El fiscal entendió la existencia del delito de “lesiones graves calificadas por el vínculo y el uso de arma de fuego”, aludiendo al agravante de tratarse de una causa de “violencia de género” y el precedente de que Crespi ya posee tres condenas previas y efectivas, siendo ya declarado reincidente por segunda vez.
“Complot policial”
La defensa de Crespi, por su parte, sostuvo la hipótesis de “un solo disparo” y que se habría causado de “forma accidental” cuando Crespi y su víctima forcejeaban con el arma entre manos.
Para ello el abogado se valió de los testimonios de ambos, aunque el fiscal reparó en la situación de la víctima en un llamativo cambio de discurso por temor o que “pasado cierto tiempo del hecho la víctima ha asumido sentimientos positivos hacia Crespi”.
El abogado de Crespi dio cuenta de un complejo entramado de complot policial, descalificando la instrucción judicial y la actuación de la fiscalía en no haber generado “contención” para la víctima, “si es que estamos en presencia de un caso de violencia de género”, dijo.
Asimismo marcó distintas falencias y errores procedimentales, y apuntó a que “no se peritó si las dos marcas de balas en la puerta del auto pertenecen al mismo arma y si fueron hechos en el mismo momento”, cuestionó, llegando a asegurar que el segundo disparo pudo ser “hecho por la Policía para perjudicar a mi defendido”.
Así también dio cuenta de otras actuaciones policiales en la causa, y por parte de testigos, todas en detrimento de la situación procesal de su cliente, por lo que lo consideró “su único delito fue tener un arma de fuego”, concluyó.